Quizá hoy, diez años después del caso Leganés, cuando las agresiones y el menosprecio a los profesionales sanitarios han sido frecuentes en las decisiones de los Gobiernos del PP, sería bueno preguntarse si la tenue respuesta del colectivo médico sirvió para afianzar el objetivo político del PP de menospreciar e insultar a los empleados públicos, como han hecho hasta nuestros días.