Sandra, no puedo emocionarme con tu discurso. Espero que algún día termines de hablar claro. No porque nadie te obligue, sino porque te nazca de forma natural. Igual que espero que Elena Anaya dedique otro Goya, ya no a su amor, sino a su novia, a su esposa o similar. Simplemente espero que en algún momento seas una lesbiana visible y bien orgullosa de esa etiqueta que no has elegido. Como muchos lo somos. Y sí, basta ya de armarios. Pero de verdad de la buena. Desde el máximo respeto te lo digo.