Los creadores de Epi y Blas niegan que sean homosexuales
"Son mejores amigos".
Barrio Sésamo y Frank Oz, creadores de Epi y Blas, han negado de nuevo que los personajes infantiles sean homosexuales, tal y como ha defendido este martes un antiguo guionista del programa.
"Como siempre hemos dicho, Bert y Ernie (los nombres originales de Epi y Blas) son mejores amigos", ha indicado en Twitter Sesame Workshop, la organización sin ánimo de lucro detrás de Barrio Sésamo.
"Fueron creados para enseñar a los niños de preescolar que las personas pueden ser buenas amigas de aquellos que son muy diferentes a ellas. Aunque sean identificados como personajes masculinos y posean muchas características y rasgos humanos, como la mayoría de nuestras marionetas, siguen siendo marionetas y no tienen orientación sexual", ha añadido.
En un sentido similar se ha manifestado Frank Oz, quien creó este divertido dúo junto a Jim Henson.
"Parece que a Mark Saltzman le preguntaron si eran gais. Está bien si él cree que lo son. No lo son, por supuesto. Pero, ¿por qué esa pregunta? ¿Importa en realidad? ¿Por qué la necesidad de definir a la gente sólo como gais? Hay mucho más en un ser humano que solo heterosexualidad u homosexualidad", apunta.
El guionista de Barrio Sésamo Mark Saltzamn ha afirmado este martes a la revista Queerty que Epi y Blas eran pareja. "No tenía otra manera de contextualizarlos",ha admitido Saltzamn, que se incorporó a mediados de los años 80 al equipo de guionistas de la serie.
El guionista ha señalado que muchas personas se referían a él y a su pareja, el editor cinematográfico Arnie Glassman (fallecido en 2003), como Epi y Blas, análogos, de muchas maneras, a la relación que tenían. "Eso es lo que tuve en mi vida, una relación entre Epi y Blas", ha añadido.
Las populares marionetas aparecieron por primera vez en 1969 como compañeros de habitación con puntos de vista muy diferentes sobre cómo hacer las cosas.
Sin embargo, su homosexualidad ha sido un tema latente durante años y, ya en 2011, Sesame Workshop rechazó los rumores que apuntaban que eran homosexuales.
No obstante, estos dos personajes se convirtieron en icono gay por obra de la revista The New Yorker, que en 2013 eligió una imagen de ellos acurrucados en un sofá para ilustrar la decisión del Tribunal Supremo estadounidense de dar a las parejas homosexuales todos los derechos a nivel federal.