El Código Penal solo exonera del delito fiscal a quien salde sus deudas con Hacienda con anterioridad a tener “conocimiento formal del inicio de diligencias”, informa 'El País'.
Al rey emérito se le complican las cosas: ni las regularizaciones fiscales le han dado el perdón ni los jueces archivan sus casos. Así no hay quien deje la jaula de oro del Golfo.