puerta del sol

Madrid no se vende

Madrid no se vende

Madrid se vende en las maletas de quienes una vez vinieron sin saber si iban a quedarse y vuelven a su ciudad de origen unas cuantas veces al año diciendo "vuelvo a casa" cuando regresan aquí. En las bandas sonoras de sus calles, en sus sirenas, en el tañir de las viejas campanas del centro y en las canciones de quienes le dedicaron unas estrofas.
¿Pero el 15M no había muerto?

¿Pero el 15M no había muerto?

Durante semanas se sucedieron protestas, debates, sentadas, acampadas y asambleas en una vorágine interminable de participación. Poco a poco, la efervescencia inicial se fue calmando y entonces muchos declararon muerto al 15M. Pero no habían entendido nada. No fueron capaces de prever que hoy, cuatro años después, su semilla iba a estar más viva que nunca.
¿Vodafone Sol?

¿Vodafone Sol?

Yo tenía que haber escrito este artículo hace mucho tiempo. Pero de alguna manera esperaba que hubiera algún tipo de revolución o algo. No ha habido nada, salvo muecas de disgusto e incluso alguna arcada cuando se oye por la megafonía el nombre.
La dignidad en la protesta

La dignidad en la protesta

Las protestas surgen como actos simbólicos que lo primero que reclaman es razón y dignidad, más allá de las exigencias materiales. Por ello, son eficaces desde el primer momento. En primer lugar, para quienes se movilizan. No es cierto que no sirvan para nada. Al menos, sirven para poder seguir mirándose en el espejo.