"Vive en un país (Qatar) en el que la lapidación, latigazos, tortura y pena de muerte son legales, pero le preocupa que en España haya cuatro personas en prisión preventiva por rebelión, sedición y malversación".
Yamile Saleh se levanta muy temprano los martes para tomar el autobús rumbo a Caracas. Va cargada con ropa limpia, comida, dulces, libros o periódicos, y la ansiedad que llevan en sus entrañas las madres de los jóvenes considerados presos políticos que mantiene el Gobierno venezolano.
El ensañamiento contra Leopoldo López y su familia no tiene nombre. El tenerlo aislado, en un edificio aparte, en una celda de castigo que pasó a ser la cotidiana, donde lo han requisado con tanta maldad que más parece que lo hacen para drenar sus propias frustraciones tratando de dañar a quien no tiene como defenderse, es una demostración del gorilismo militar al que están tratando de someter a la sociedad venezolana.
Dick fue un animal muy especial, el perro amigo de los deportados en el campo de concentración de Limnos para disidentes políticos bajo la dictadura de Metaxas. Hasta le dedicaron un poema, como a Kanelo, que protestó con los estudiantes de la revuelta del Politécnico de Atenas.