Ahora que ese bebé tan mono que vivía en tu útero está fuera, toca enfrentarse a la abrumadora tarea de recuperar el físico. Las mujeres que acaban de ser madres ya tienen un físico, gracias. Tienen un cuerpo que ha servido para llevar, formar y fabricar otro cuerpo. No necesitamos recuperar el físico, porque nunca se fue.