Paquita Salas empezó como un vídeo de Instagram de solo 15 segundos. Al principio iba a ser yo, con mi barba y mi ropa. Pero, conforme los guiones y las tramas iban cogiendo peso, el personaje iba pidiendo otras cosas. Pedía no ser tan paródico, ser lo más natural posible para que la gente se lo pudiera tomar más en serio y empatizara con él.