Como acaba de ocurrir en Francia, la Iglesia ha investigado a su propia gente, se ha creado una comisión, hay criterios para dar indemnizaciones y hasta actos de perdón.
La institución es el tercer lugar donde más abusos sexuales sobre menores se producen en en el país, por detrás de la familia o los círculos de amigos.
Miguel Hurtado, víctima de abusos sexuales por parte de un fraile, denuncia en 'El manual del silencio' las prácticas de los depredadores sexuales que encubre la Iglesia.
Uno de ellos llegó desde Italia, donde había sido denunciado junto a otros sacerdotes por 67 estudiantes. La solución fue hacerlo cruzar el océano, hasta que violó de nuevo