Los resultados del 9-J constatan que el PPE puede seguir apoyándose en los socialistas y los liberales, sin necesidad de recurrir a la derecha radical.
La puerta abierta del PPE a negociar con los Conservadores y Reformistas lanza el mensaje de que hay extremistas más buenos y más malos. Estos son todos, estas sus causas y sus peleas internas.
Tras 25 años en el Parlamento, el derechista radical pesca en el río revuelto de la crisis de Gobierno. Se ha roto el tabú del cordón sanitario, su Partido por la Libertad ha edulcorado el tono y ya es primera fuerza. Cerrar pactos no será sencillo.
La "responsabilidad última" de la negociación no recae en Junts, ni tampoco en ERC. Son los socialistas los que "tienen que tomar la iniciativa y tomar conciencia de la dificultad", dice el expresident.
Alejandro Fernández niega lo que había deslizado el vicesecretario de Coordinación Autonómica y Local del PP, Pedro Rollán, sobre contactos con "con todas y cada una de las formaciones políticas".
"Gana el que es capaz de conformar Gobierno, y eso es lo que va a intentar el PSOE", defiende la ministra, que aboga por la discreción en los contactos y por respetar los plazos. Ahora, lo primero, es conformar el Congreso.
El expresident catalán, desde Bélgica, repite el mensaje de Nogueras sobre el papel decisivo de su formación para el Gobierno: hay que "seguir defendiendo Cataluña".
El candidato del PP a la presidencia del Gobierno pide "un esfuerzo" para subir el SMI sin comprometer la viabilidad de las empresas y defiende hablar con el PSOE.
El SPD mantiene una ligera ventaja, pero le pisa los talones la CDU. Los dos necesitarían a Los Verdes y los liberales si quieren hacerse con el poder.