Lo más probable, sostienen en el PP, es que sean las elecciones el 13 o el 20 de diciembre, los españoles escriban ese día el principio del fin del PP de Mariano Rajoy. Porque gane o pierda, gobierne o no gobierne, la renovación que el presidente del PP inició tímidamente en el partido tras la debacle del 24-M tendrá que tener continuidad primero en la confección de las listas electorales y, después, en el congreso nacional posterior a las generales que preparará sin duda la sucesión del número uno.