"El modelo del PSOE es el modelo que hemos visto en Reino Unido en el que los padres tenían que ir a Westminster a pedir que no desconectaran a su bebé".
Sólo desde una concepción religiosa que considere la vida como don divino que no nos pertenece, cabe afirmar que sea irrenunciable aun percibiéndose como un mal. En todo caso, siendo esta concepción legítima, no puede pretender imponerse al conjunto de la sociedad.
La obligación de los médicos no es con la vida en abstracto sino con la persona enferma. Y tan importante y exigible como una actuación técnicamente irreprochable lo es el respeto a la voluntad del paciente, a su autonomía y a su dignidad. No se puede imponer la vida a nadie y no sólo no es buen médico quien no conoce su oficio, tampoco lo es quien ignora la libertad del paciente.