Me resultó decepcionante la intervención de James Costos ante las cámaras del programa Masterchef Junior de TVE. Lo que podría haber sido una eficaz acción de relaciones públicas para demostrar el buen rollo de las relaciones hispano-norteamericanas y la cercanía del embajador acabó convirtiéndose en un evento frío, exhibicionista y protocolario.