Vladimir Kulishov, jefe del Servicio Fronterizo del Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia ha dicho que ejército de su país ha observado nuevos ejercicios nucleares cerca de su frontera.
La posibilidad de que oligarcas o señores de la guerra se hagan con el poder en una potencia nuclear asusta al mundo. El presidente aún no tiene un sucesor de su peso.
Sin embargo, Washington no ha podido llegar a una conclusión definitiva sobre los responsables del ataque, creen que es poco probable que lo supiera el presidente Zelenski o su equipo cercano.
Razones de seguridad han llevado a descafeinar, si no anular, los principales eventos en todo el país. Putin cuenta los ataques ucranianos en suelo ruso, la división de sus próximos o el reproche de Wagner por falta de munición y tiene poco que celebrar.
Peskov, el portavoz de Putin, dijo que la decisión sobre "atentados" se toman "en Washington, no en Kiev" y Kirby, de la Casa Blanca, defiende que "no dicta" nada.
Varios expertos analizan en El HuffPost las implicaciones del supuesto ataque contra el Kremlin, del que Rusia ha acusado primero a Ucrania y luego a EEUU y sobre el que Occidente descarta cualquier responsabilidad.
Rusia acusa a Ucrania -y señala a EEUU- y Ucrania se desentiende, en un contexto de ataques al alza en suelo ruso, de tensiones internas en el Gobierno de Putin y de ofensivas por venir.
Las representaciones de la ONU, Turquía y Ucrania han aprobado la inspección de 14 embarcaciones, con vistas a su partida o llegada a los puertos ucranianos del mar Negro.
El viceministro de Exteriores, Serguéi Vershinin, ha defendido que la central nuclear más grande de Europa está ahora "ubicada en el territorio de la Federación Rusa".