Las posiciones de cada cual empiezan a asomar ya en el PSOE, y no apuntan nada nuevo, salvo que el nombre de Susana Díaz se ha caído como favorita de hasta quien ha sido su principal valedor en los dos últimos años, el mismísimo Zapatero. El ex presidente regresa hoy a Madina como si nunca se hubiera ido de su lado ni le hubiera traicionado con Sánchez, de quien luego abjuró para alistarse al "susanismo".
Más allá de retóricas políticas, volvemos a convertirnos en producto. Si las cosas salen como las tiene planeadas, el casi medio millón de personas ajenas al partido que se darán de alta en el censo de las primarias permitirá al PSOE recomponer su desgastada base social e incrementar el número de simpatizantes.