Una de las consecuencias directas de esta revista es perpetuar la idea de que la mujer es sólo un cuerpo y de que su mayor logro (y por el que es digna de salir en una portada) no es el profesional, intelectual o humano, sino su aspecto físico. Ese es el mensaje que nos llega a las mujeres, a los hombres, a las niñas y a los niños. Los titulares que acompañan resaltando sus atributos corporales y los cientos de miles de comentarios que se generan sobre ello tampoco ayudan a que seamos valoradas por otros méritos.