Urkullu es, nuevamente, lehendakari en Euskadi. En esta ocasión se le presenta una legislatura más complicada tras decidir formar un gobierno de coalición con el PSE, y reeditar aquello que ya hizo José Antonio Ardanza durante años un pacto transversal, entre diferentes, que tan difícil parece en la política española.
Las encuestas parecen abrir espacios también para un posible Gobierno de izquierda apoyado en el Parlamento Vasco por Podemos, EHBildu y PSE con una mayoría cómoda de 40 escaños. Pero esa posibilidad se esfuma en tanto que el PSE debería explicar en clave española su posible acuerdo con el apestado Otegi.