25-S: El espejo vasco

25-S: El espejo vasco

EFE

El País Vasco se mirará en el espejo electoral el próximo 25 de septiembre. Unos comicios diferentes, apasionantes, llenos de incógnitas, que también tendrán una importante influencia a nivel nacional. Euskadi abrirá una etapa parlamentaria en la que entrarán nuevos agentes políticos y en la que las condiciones socioeconómicas cobran más importancia entre los votantes que las cuestiones identitarias y la sombra del terrorismo.

A pesar de que el lehendakari, Íñigo Urkullu, adelantó las elecciones para intentar que no influyera la política nacional, esta cita se producirá en mitad del periodo de inestabilidad que vive el país, que cada día asume más la posibilidad de tener que ir a unas terceras elecciones. De hecho, la campaña de las vascas y las gallegas -que se celebran el mismo día- se ha convertido en un elemento más en esta complicadísima ecuación. Todos a la espera de los resultados, de los ganadores y perdedores. La intención, por lo tanto, del peneuvista no le ha salido del todo bien.

Lo que está claro es que el Parlamento de Vitoria será bastante diferentes dentro de tres semanas. Actualmente, en Vitoria tienen asiento el PNV (27 diputados), Bildu (21), PSE-EE (16), PP (10) y UPyD (1).

Muchas cosas han pasado en España durante los últimos cuatro años. Los últimos comicios autonómicos fueron el 21 octubre de 2012, convocados de manera adelantada por el entonces lehendakari, Patxi López, que lo hizo para que los vascos pudieran decidir su modelo “anticrisis”. Aquella cita con las urnas llevó de nuevo al PNV al poder tras el paréntesis del Gobierno socialista -que había sido apoyado por el PP-. El PSOE sufría otro nuevo descalabro electoral en plena crisis económica.

Desde entonces, Urkullu tomó las riendas de la comunidad con un Gobierno en solitario -con 27 de 75 parlamentarios-, pero no le ha resultado difícil mantenerse estable logrando el apoyo del PSE-EE para los presupuestos y políticas socioeconómicas. Además, ha vendido la imagen de gestor y ha conseguido que su autonomía haya capeado la crisis con mejor suerte que otros territorios.

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Mendia (PSE-EE) y Urkullu (PNV)

EL 'COHETE' PODEMOS

Lo que nadie podía imaginar aquella noche de octubre es que en apenas dos años aparecería Podemos. Los de Pablo Iglesias se han convertido en una máquina electoral en esta autonomía. En las generales del 26 de junio, los morados fueron el partido que logró más votos y más escaños en Euskadi. Materializaron el sorpasso al mismísimo PNV (6 escaños frente a 5). Por detrás, quedaban PSE-EE (3), Bildu (2) y PP (2).

¿Pasará lo mismo el 25 de septiembre? No será una batalla fácil, pero el PNV tiene todas las papeletas de vencer esta vez, según las encuestas publicadas. El último Euskobarómetro hacía la siguiente predicción: PNV (22-23), Podemos (19-21), Bildu (13), PSE--EE (9), PP (8-9) y Ciudadanos (1-3). La última de EITB Focus también situaba al PNV como vencedor con 27 parlamentarios, seguido por Bildu (17), Podemos (14), PSE-EE (8), PP (8) y Ciudadanos (1).

Unas predicciones que dejan la pregunta de por qué el PNV consigue recuperar terreno en estos meses y Podemos pierde el liderazgo respecto a junio. La respuesta está, según comenta a El Huffington Post el director de Operaciones de Sigma Dos, Manuel Mostaza, en que en esta autonomía, como en Cataluña, los electores suelen votar diferente si son elecciones generales o regionales.

Uno de los factores que llevó precisamente a Unidos Podemos a conseguir el excelente resultado de junio en las generales en Euskadi fue el fuerte rechazo que genera el Gobierno del PP en el País Vasco y las ganas de influir de muchos votantes en la conformación de un Ejecutivo alternativo al PP en La Moncloa.

OTEGI Y SU 'NO' CANDIDATURA

Hablar de elecciones es hablar de candidatos. La batalla electoral para este 25 de septiembre tiene como principales protagonistas a Iñigo Urkullu (PNV), Pili Zabala (Elkarrekin Podemos), Idoia Mendia (PSE-EE), Alfonso Alonso (PP) y Nicolás de Miguel (Ciudadanos). Y el otro gran nombre es el de Arnaldo Otegi, elegido ‘número uno’ por Bildu, pero que no podrá concurrir al estar inhabilitado para cargo público. La Junta Electoral lo excluyó de las listas, decisión ratificada por el juzgado contencioso-administrativo número 2 de San Sebastián y por el Tribunal Constitucional.

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Arnaldo Otegi

Otegi se ha llevado la mayoría de los titulares de esta precampaña. El pasado 1 de marzo salía de la cárcel de Logroño a las 8.55 horas entre gritos de “independencia” y “presos vascos a la calle”. Se cumplían seis años y medio de presión por tratar de reconstruir la ilegalizada Batasuna, el considerado brazo político de ETA. Su entorno lo envolvió desde ese momento con el aura del Mandela vasco, pero las encuestas no reflejan una posibilidad de victoria y de convertirse en lehendakari.

El propio Otegi ha dicho que va a hacer campaña y que su formación no va a poner otro candidato. Otro de sus grandes problemas es la fuga de votos hacia Podemos, que ha conseguido conectar con una parte importante del electorado más de izquierdas, En este sentido, Manuel Mostaza comenta que estas dos formaciones tendrán una pugna muy dura por una parte del electorado. Y dice que será muy interesante observar cómo se comportan en la campaña los de Pablo Iglesias respecto a Bildu al tener esos “votantes fronterizos”.

Los morados han elegido para esta competición a Pili Zabala, hermana de José Ignacio Zabala, militante de ETA torturado y asesinado por los GAL en 1983. Este es su salto a la primera línea política después de haberse centrado en temas de memoria de las víctimas. La dirección de Podemos apostó por ella porque ha “trabajado por la paz y la convivencia en Euskadi”.

La irrupción de Podemos también servirá para ver hasta qué punto cobra fuerza el debate del derecho a decidir, pues la formación apoya una consulta -como PNV y Bildu-. Todo esto dependerá también de las relaciones que se establezcan a partir del 26 de septiembre. El escenario postelectoral será tan interesante como la propia campaña. No obstante, Urkullu parece tener despejado totalmente el camino. En caso de que se intentara un alianza, que parece muy difícil, entre Podemos y Bildu, Urkullu sería secundado casi automáticamente por el PSE-EE y el PP para frenar la otra alianza.

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Pili Zabala

EL PAPEL SECUNDARIO DE PSOE Y PP

En ese escenario también entrará el posible intercambio de votos entre populares y peneuvistas en Madrid y en Vitoria. El PNV ha dicho que no piensa apoyar una futura investidura de Mariano Rajoy, pero entre los populares no descartan que suceda esto. Si los cinco diputados nacionalistas se unieran a los populares, Ciudadanos y CC en el Congreso, solo le haría falta un voto al presidente en funciones para lograr la mayoría absoluta.

El PP ha renovado su candidatura en esta ocasión. Ha sido una convulsa legislatura interna en las filas populares, cuyo cabeza de cartel hace cuatro años, Antonio Basagoiti, dejó la política en la primavera de 2013 para trabajar en el Banco Santander en México. Su sucesora fue Arantza Quiroga, que no llegó a hacerse con las riendas del partido y que protagonizó una encarnizada lucha interna con sus antiguos amigos Alfonso Alonso y Javier Maroto. En esta guerra también influyeron desde Madrid las órbitas de Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal. El pulso lo ganó el clan del exministro de Sanidad, un hombre que está también en las quinielas de la sucesión de Rajoy. Su tema preferido en la precampaña ha sido Otegi.

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Alfonso Alonso

Muy importante será el apoyo que recabe el PSOE, que puede convertirse en la columna de apoyo del PNV y qué medirá hasta qué punto ha perdido su hegemonía en la izquierda respecto a Podemos. También se ha renovado el cartel electoral y llegan a esta cita con Idoia Mendia. Ella fue la mujer fuerte del Gobierno de Patxi López al ocupar los puestos de portavoz y consejera de Justicia y Administración Pública. La vizcaína también se ha hecho durante esta legislatura con el cargo de secretaria general del PSE-EE y se ha convertido en una de las líderes territoriales más cercanas a Pedro Sánchez -junto a Miquel Iceta, Francina Armengol, Luis Tudanca y Sara Hernández, entre otros-. Por lo tanto, sus resultados también serán sometidos a escrutinio interno en el partido. Un mal resultado suyo será atribuido también a Ferraz.

Una de las grandes incógnitas será si logra entrar en el Parlamento Ciudadanos. Los naranjas quieren capitalizar el voto de los más contrarios a los nacionalistas y su caladero serán principalmente los antiguos votantes de UPyD. Los magentas han renunciado a presentarse y tenían un asiento hasta ahora (Gorka Maneiro). El objetivo territorial de los de Albert Rivera: Álava.

El 25 de septiembre el País Vasco se mirará en el espejo. ¿Qué imagen se reflejará?