Los seres humanos somos capaces de lo mejor y de lo peor, creo que sobre ello ya está todo escrito. En un momento como el actual, en el que a cada nuevo día le sigue el sobresalto de no saber con qué innovadora salida cruenta nos va a sorprender la creatividad, emociona ver noticias que redundan en la idea de que, para ser una persona, no se tiene por qué rozar la malignidad.