Entre los arrestados se encuentran desde los encargados de tareas contables y gestión de los prostíbulos hasta una amplia red de colaboradores y consortes.
Los hechos ocurrieron durante una semana de abril, cuando un conocido de la víctima le ofreció una habitación en un piso de alquiler en el barrio de Triana.
Las refugiadas ucranianas se enfrentan al riesgo de ser captadas por mafias. Las ONG trabajan por evitarlo y disuaden a los particulares de ir a la frontera a recoger gente.
Se va a basar en tres pilares: formación de profesionales que trabajan con menores, guía de actuación ante estos casos y un plan de reinserción sociolaboral.
Se les acusa de, presuntamente, obligarlas a distribuir drogas y mantener relaciones sexuales. La Comunidad de Madrid niega que estuvieran bajo su tutela.