Personas con discapacidad, enfermos crónicos y mayores han quedado atrapados por la guerra de Ucrania en zonas de intensos combates y sin atención médica.
Décadas de dolor crónico en la muñeca derecha, en los hombros y en el cuello habían dañado mis músculos y articulaciones a tal punto que ya no era capaz ni de cargar con nuestras bolsas de viaje.
Los enfermos crónicos, las personas dependientes, discapacitadas, parecemos situarnos en el centro del escenario, mientras que en un segundo plano, ocultos entre bastidores y tramoya se encuentran los cuidadores. Cuidadoras, para ser más exacto con la realidad.
En el pueblo o pequeña ciudad, las dudas de crianza o incluso de salud elemental eran resueltas por la madre, por la abuela, por la conversación en tertulia. Era la tribu la que criaba. La madre sola ante tal diagnóstico busca información. Entonces, vuelve a aparecer internet.