elecciones grecia
¿Todavía no te has indignado sobre Grecia?
Pase lo que pase el día 25, los europeos nos debemos movilizar para encontrar un camino transitable para la democracia griega. Las condiciones de la devolución de la deuda (unos 300.000 millones de euros, 170% de su PIB) deberían ser revisadas. Los griegos merecen una oportunidad.
Al borde de un cambio histórico
El pueblo griego está llamado a hacer historia con su voto, condenando las fallidas medidas de austeridad y demostrando que cuando la gente quiere, cuando se atreve y cuando supera el miedo, las cosas pueden cambiar. SYRIZA no es un ogro ni una gran amenaza para Europa, sino la voz de la razón. Es el despertador que levantará a Europa de su letargo y su sonambulismo.
Surcos en la oscuridad
Se equivocan quienes reprochan a los griegos haber condicionado la estabilidad de la quebradiza arquitectura institucional de Bruselas. Nuestros vecinos han sido el espejo en el que todos los europeos hemos reflejado la 'hybris' de una hipermodernidad capitalista.
El Partido Socialista dirige Francia y Grecia preocupa a Europa
Los socialistas tienen todos los medios para gobernar, y eso les simplifica la vida pero les crea obligaciones imperiosas y no les deja excusa posible. Deberán llevar a cabo todas las reformas y cumplir todas las promesas.
Los bárbaros nunca son la solución
Los griegos nos han dado una última oportunidad a los políticos, al sistema. Y quizá nos den una lección también con un fuerte consenso que refunde su patria y la defienda en Europa y para Europa.
Grecia, la UE y los titulares rotos
Los enemigos del euro se han posicionado para intentar que España tenga que acudir a un rescate de todo el país, algo que para ellos sería un gran negocio a corto y largo plazo -acabar con la unión monetaria, para cazarnos por separado-.
El día que Grecia rescató a Europa
Los griegos han desactivado el botón nuclear que amenazaba con hacer saltar por los aires el euro, la unión monetaria y la propia UE. Junto a la victoria socialista en Francia, es un mensaje clarísimo para Merkel: seguimos adelante, pero hay que revisar la nefasta estrategia de austeridad.