Después de 16 horas seguidas viendo este canal, siento como si estuviera en un sueño febril. Soy consciente de que este batiburrillo de desinformación empezará mañana de nuevo. Espero que este experimento no me haya afectado al cerebro.
Muchos españoles en el exterior invierten tiempo en ayudar y colaborar, informando con datos contrastados, y su labor se desconoce por gran parte de la emigración por falta de difusión.