desarrollo personal
La botella
Lo Importante no es cómo de grande es tu botella, sino cómo la tienes de llena.
La frustración, ¿te impulsa o te abate?
La frustración, ¿es buena o es mala? Dependerá de dónde te encuentres con respecto a ella. Puedes dejar que te tumbe y entonces te alejará del éxito, o puedes usarla para superarte y entonces te empujará hacia él.
La teoría del descarte
Cuando tengas veinte tareas en tu lista de trabajo, decide cuáles no hacer. Cuando te pongas a redactar tu currículum, decide qué no incluir. Cuando tengas diez reuniones que mantener, decide a cuáles no asistir. Cuando tengas que preparar un examen, decide qué no estudiar. En definitivas: dedica más tiempo a qué descartar.
No des las respuestas. Provócalas
¿Si nadie espera aprender a nadar estando sentado en un aula durante doce años, por qué esperamos que esa fórmula sí funcione para otras materias igual de prácticas? ¿Te imaginas clases teóricas de conducción sin conducir, de cocina sin cocinar, o de lectura rápida sin leer?
El principio de los 45º
Todo el mundo sabe que sólo debes añadir calorías nuevas si has quemado las anteriores y que si añades y no quemas... engordas. Con la información sucede exactamente lo mismo. Si añades información nueva sin antes asimilar la anterior, se te hace una bola en la mente y en lugar de aprender, desaprendes.
No me preocupa cuánta información entra en tu cerebro...
La mayor parte de lo que aprendemos en la universidad, desaparece, y nadie se queja. A mí me obsesionaba la creación de un software inteligente que impidiera la fuga de la información que el alumno aprende. Porque la clave está, no en cuánto aprendes, sino en cuánto retienes.
Invierte en conocimiento
Una de las pocas inversiones que salen rentables siempre es en conocimiento. Siempre es un acierto invertir en adquirirlo, tanto si hablamos de invertir con dinero como si hablamos de hacerlo con esfuerzo. El conocimiento no hace que tu vida sea más larga, pero sí más ancha.
Saborea más...
Si comprases una entrada para hacer un tour por un bello, colorido y mágico parque a la salida del cual te esperase un abominable precipicio, ¿tendrías prisa por atravesarlo? Eso es la vida. Disfrútala.
Igual que cocinamos para comer, nacemos para aprender
Si la máxima es cierta (y lo es) y realmente hemos venido a este mundo para aprender, entonces eso nos convierte a todos en aprendices, y si es así, estamos de suerte, ya que la curva de aprendizaje está de nuestro lado. Tan sólo ten en cuenta estas palabras: ser un experto en algo,requiere 10.000 horas. Defenderse con soltura sólo requiere diez.
La intensidad estira el tiempo
La monotonía va pintando el cuadro de nuestras vidas cada vez más en blanco y negro. Es la variedad, la novedad, el salirse de la rutina la que lo inunda de colores intensos. Vive intensamente. Una vida intensa vale por dos.
Ilusión + arte = Ilusionarte
¿Tienes una comida con un amigo? Ilusiónate por todo aquello que os vais a contar. ¿Tienes una charla a la que vas a asistir? Ilusiónate por todo aquello que vas a aprender. ¿Tienes un partido que vas a jugar? Ilusiónate por cuánto lo vas a disfrutar. Incluso si tienes una clase a la que no te apetece ir o un trabajo que no deseas realizar, piensa que siempre hay algo positivo que extraer.
Rodéate de gente que ya está en el destino hacia el que tú remas
¿Sabías que cada persona es un cóctel mezcla de sus cinco amigos más cercanos? Si te rodeas de gente exitosa, estarás más cerca de alcanzar el éxito. Si lo haces de gente fracasada, la posibilidad de que te contagien se multiplicará.
Sé interesante
¿Te parece interesante todo el mundo? ¿Y tú a ellos? Ser interesante no es una casualidad, como pudiera parecer, es una elección. Y tu puedes estar a un paso de ser interesante si estás dispuesto a hacer algo que la gente de tu entorno no hace.
¿Existe el síndrome de Peter Pan?
No existe una vía única hacia la madurez, y renunciar a unas aficiones e intereses para asimilar otros más aceptables en tu franja de edad no es imprescindible. El proceso de transformación y la respuesta a la generación previa no tiene por qué conformar un síndrome pandémico.