El alcalde madrileño ha mostrado su enfado por "el tono amenazante" de Daniel Viondi: "Es usted un violento en los plenos". Horas después, ha renunciado a su acta a petición del PSOE.
Todas las mañanas nos despertamos con la derecha política y mediática proclamando la ruptura de España, con un golpe de estado socialcomunista y las mayores calamidades económicas de la historia que hundirán a todos los españoles y españolas.
No hay bandera que lo sustente ni himno que lo ensalce, tampoco hay vinculación entre la persona y el territorio donde nació. Está basado exclusivamente en la exclusión social y económica a partir del individualismo.
El 90% de la población está harta de la crispación política según el último CIS, un dato terrible para nuestra democracia. Siempre nos ocurre cuando la derecha estaba en la oposición.
Lo que hace una semana era el fin del mundo, a la siguiente no existe. La sobreinformación y exageración mediática de cada noticia o acontecimiento nos llevan a que las burbujas desaparezcan en escasas días y horas. Y esto contagia a la política.
Encadenamos demasiados hechos en tan poco tiempo y de forma tan violenta que nos producen indigestión. El camino para superarlo pasa por la consistencia ante las adversidades.
Da igual que se llame Esperanza Aguirre o Isabel Díaz Ayuso, o que en lugar de Mariano Rajoy ahora esté Pablo Casado, y que el tercero en discordia sea el alcalde de Madrid, pasando de Gallardón a Almeida.