Apocalypse Now
Todas las mañanas nos despertamos con la derecha política y mediática proclamando la ruptura de España, con un golpe de estado socialcomunista y las mayores calamidades económicas de la historia que hundirán a todos los españoles y españolas.
Todas las mañanas nos despertamos con la derecha política y mediática proclamando la ruptura de España, con un golpe de estado socialcomunista y las mayores calamidades económicas de la historia que hundirán a todos los españoles y españolas.
En su estrategia de agitación y propaganda no cabe la verdad ni hay tema que no sea, por pequeño que fuese, susceptible de convertirse en un ataque furibundo contra Pedro Sánchez. La instalación del odio al adversario como instrumento imprescindible para tener en tensión a su electorado. Y para ello, les da igual todo, ha llegado a tal punto su obsesión por aniquilar al presidente del Gobierno, con el fin de intentar llegar al poder cueste lo que les cueste, que reproducen aquellas palabras del personaje de Coppola, el teniente coronel Kilgore, tras un ataque norteamericano a posiciones vietnamitas en las primeras escenas de Apocalipsis Now.
Así debe sentirse Isabel Díaz Ayuso cuando habla de tiranía, dictadura y golpe de estado para implantar una república federal laica en España. Sabe perfectamente que todo es una patraña más en su estrategia, pero ha alcanzado tanta satisfacción al lanzarlo, que el efecto que provoque ya le es indiferente. Su éxtasis es ver como huele a napalm…
Los telepredicadores de las ondas, los tertulianos televisivos con argumentario de Génova bajo el brazo, los directores y columnistas compitiendo por el texto con más exabruptos en papel y digital, todos tienen a un Kilgore dentro de ellos. No importa la verdad, los hechos, la discrepancia o el debate, lo imprescindible es que huela a gasolina quemada durante la mañana, la tarde y la noche, y al día siguiente, más de lo mismo.
Y entre tanto napalm quien ya empieza a estar quemado sin llevar un año sentado en la sede corrupta de Génova es el sr. Feijoo, el increíble hombre menguante. De la moderación que hacía gala ya no queda nada, ha sucumbido ante la derecha española, y muy madrileña, que sigue al dictado la línea argumental que marcan Ayuso, telepredicadores, tertulianos, directivos y demás poderes fácticos.
Y ahora, en serio, vayamos a desmontar su napalm diario de la ruptura de España, el fin de la democracia y el hundimiento económico. Desmontemos dato por dato, hecho por hecho y verdad frente a mentira.
Recuerden que en la extraordinaria película de Coppola suena “la cabalgata de las valquirias” mientras se bombardea con napalm a la población vietnamita. Una masacre envuelta en música extraordinaria. La derecha española se queda solo con el napalm pero como un día encuentre una buena música habrá electorado que quizás crea que aquello es belleza sublime.