En las conversaciones cotidianas hay que tener un exquisito cuidado al referirse al tema. Crimea es hoy un "territorio recuperado", según Rusia, o un "territorio ocupado", según Ucrania. Y Yalta es ejemplo de ello. En poco más de 20 años, y hablando siempre el mismo idioma, ha cambiado tres veces de bandera: primero soviética -roja con la hoz y el martillo-, luego ucraniana -celeste y amarillo- y ahora rusa -blanco, azul y rojo-.