Al ser isla pequeña todo está en el mismo sitio, unas cosas frente a otras, como en las casas de muñecas. Y la barca, que se llama la Maga de Donousa, me llegó al corazón. Amarrada a los pies del café, cabeceaba con colorines e impaciencia, deseosa de zarpar en busca de nuevos conjuros y susurraba, quién mejor que ella, entre chirridos de amarras y pajareos de charranes las viejas estrofas de Elytis.
Estos días pasados leíamos la noticia de los tres bomberos españoles, que habían acudido como voluntarios de una ONG para ayudar en la avalancha de inmigrantes que llegan desde Turquía, apresados por las autoridades griegas en Lesbos. Se les acusaba de tráfico ilegal de personas. Últimamente se repiten las preguntas al respecto y mis amigos se sorprenden cuando conocen la ley. Me gustaría aportar mi grano de arena.
La historia de los adinerados navieros de este país, sus corruptelas, sus desmanes y sus conexiones políticas se repite una y otra vez como la estrofa de una vieja canción llamada Esto es Grecia. Seguiremos atentos a las noticias sobre la pequeña isla en la que transcurre la historia de corruptelas que les cuento aquí, a ver si esta vez el concierto acaba de otra manera y podemos aplaudir.
Llegué a mi tierra de diseño, con autopistas, aeropuertos y trenes galácticos que no se pueden mantener, de gasolineras palaciegas con empleados autómatas y silenciosos, de restaurantes acristalados y clonados; un país donde desde el primer momento que entras eres sospechoso y estás inquieto.
Elecciones, referéndum y de nuevo elecciones, con un motín interno de por medio y una oposición política más digna de lo que cabía esperar. Por tercera vez en nueve meses, Alexis Tsipras asume una arriesgada apuesta política y la supera. Surge victorioso de las urnas como maestro del juego político. Pero ya no es el mismo. Es Tsipras 2.0.
La vida explotaba con margaritas en el pelo, olores orientales, pantalones holgados, vestidos de hilo y una inmensa biblioteca donde se hundían nuestras creencias y motivaciones. Devorábamos todo lo que caía en nuestras manos y lo poníamos en práctica.
Siempre que tratamos de comparar el funcionamiento de la Unión Europea con el de Estados Unidos llegamos a la conclusión de que no existe una verdadera unión política en Europa que gobierne por encima de los intereses propios de los Estados de forma independiente.
Llegamos con las últimas bendiciones y las primeras notas. Comenzó la melodía y un gran silencio. Entre canción y canción Ludovico contaba chistes y María se desternillaba. Así se pasó la noche; llora que te llora, ríe que te ríe. Algunos gritaban: ¡Viva Grecia! Otros hacían coros con una estrofa sobre el 'Sí' y el 'No'. Nos emborrachamos con el encanto. Al día siguiente, nos sorprendió la resaca.
De los 17.500 barcos de pesca tradicionales que hay en Grecia, 7.500 tienen que ser desguazados. Desmembrados. Hechos pedazos. Caiques y Tratas, los pesqueros ancestrales de madera, deben ser reducidos a serrín por una normativa comunitaria.