Si se considera de antemano lo que realmente se necesita, se puede reducir mucho el consumo de embalajes. Y no sólo en el supermercado: en mi oficina tengo una taza reutilizable, que simplemente tengo que recordar llevar conmigo a la máquina de café, en vez de usar y tirar una media de cuatro vasos de cartón al día.
Una de las estampas veraniegas más icónicas es un buen plato de pescado frito degustado con el mar en el horizonte y la brisa marina acariciándonos. Pero conviene no olvidar que tres cuartas partes de los caladeros comerciales están hoy en día plenamente explotados o sobreexplotados y, tras décadas de pesca abusiva, numerosas especies se encuentran en una situación límite.
Gran parte de la presión sobre los bosques que siguen en pie proviene de un grupo muy pequeño de productos o bienes básicos: soja, aceite de palma, carne de vacuno, pulpa y papel. Los orígenes financieros de este desastre ambiental requieren una estrategia financiera para hacerles frente.
Comer -y cocinar- es más que una función vital, es un acto cultural y una toma de posición en la batalla por la sostenibilidad del planeta. Yo que adoro el atún rojo he decidido retirarlo de mi carta, de mi "dieta".