Un experto opina sobre lo que tienes que hacer con los recortes del césped

Un experto opina sobre lo que tienes que hacer con los recortes del césped


Actúan como un abono natural y ayudan a su crecimiento, pero hacerlo tiene su técnica

Imagen de archivo de césped.Getty Images

Ya sabemos que la conciencia de estar atentos al reciclaje o la reutilización de todo lo que podamos por el bien de nuestro planeta y, a menudo, de nuestro bolsillo, va mucho más allá de los cubos de colores para cada residuo o de comprar ropa de segunda mano. Debemos estar atentos al aprovechamiento de cada cosa que utilizamos, incluidas cosas que quizás no se nos han ocurrido, como los restos de césped, bien sean del jardín de casa, de una urbanización o de las calles de una ciudad.

Un experto en esta cuestión es uno de los responsables de Arboricultura y Gestión integrada de plagas del Jardín Botánico Lewis Ginter de Richmond, Virginia, Jim Licklider. Este especialista en fitología suele dar consejos sobre su especialidad y, entre ellos, está que no tiremos los restos de césped recién cortado. Según Licklider, debemos reutilizarlos “porque aportan nutrientes y ayudan a que la hierba se mantenga más saludable”.

Esto supone un ahorro, ya que estos nutrientes no pueden ser más naturales y son gratuitos. Ayudan, además, a que el césped crezca en la dirección correcta, afirma este experto. “Los recortes de hierba se descomponen muy rápidamente en climas meridionales y aportan nutrientes y materia orgánica al suelo", explica. Y este proceso puede beneficiar a la salud general del césped, reducir la necesidad de fertilizantes químicos y ayudar a retener la humedad”.

Pero también tiene su truco el saber cortarlo bien, ya que la altura a la que se corte y la frecuencia con la que haga deben basarse en el tipo de césped con el que estamos trabajando. Licklider apunta una regla general para esta cuestión: Se debe utilizar “una altura de corte más alta para los céspedes de estación fría y optar por un corte más corto para los céspedes de estación cálida”.

Además, aconseja recortar entre un 15% y un 30% de la hierba, pero hacerlo más a menudo. Porque si se espera demasiado es cuando, al realizarlo, quedan zonas claras, lo que significa que estamos esperando demasiado para hacerlo y que, además, estamos arrancando la mitad o más de la planta. Esto provoca que se estrese y que, si dejamos sobre ella, como él aconseja, montañas de hierba cortada y no la colocamos más esparcida, estamos asfixiando a la de debajo. La clave, concluye, es cortar una cantidad lo suficientemente pequeña como para que caiga con facilidad sobre la hierba que queda.

Finalmente, este experto también apunta otra idea para reutilizar los recortes de hierba cuando se acumulan demasiados. Lo mejor, aconseja, no es meterlos en bolsas solos sino “compostearlos”. Es decir, añadirlos al compost, es decir, el humus obtenido artificialmente por descomposición bioquímica en caliente de residuos orgánicos. “Esto es fantástico por su alto contenido en nitrógeno”, asegura este experto. Sin embargo, recuerda que, aparte de estos recortes de césped, un buen compost debe incluir variedad de materiales, como restos de poda de plantas, tierra (por sus organismos bióticos) e incluso restos de comida.