¿Por qué el tiempo para uno mismo debe limitarse a los domingos en casa viendo Netflix o comiendo pizza en pijama? ¿Por qué eso es aceptable y en cambio no lo es salir solo al cine o comer fuera? Aparentemente, las normas sociales dictan que éstos son momentos para socializar y disfrutar con otras personas.
Nada más verte, y sin necesidad de que abras la boca, te preguntan qué te pasa, porque saben que te ocurre algo sólo con mirarte. Cuando se meten contigo lo hacen muy bien: aunque pongas los ojos en blanco, por dentro te estás riendo. Te conocen a la perfección. Saben lo que necesitas y te lo van a dar.
Históricamente, la fortaleza emocional se ha interpretado de forma errónea como una falta de emociones y sentimientos, como una armadura de insensibilidad o como una resistencia superior e inquebrantable. Hasta hace muy poco, se consideraba que las emociones eran lo opuesto a la razón.
Te voy a proponer que recuerdes a una persona que haya confiado en ti sin reservas. Alguien que te haya acompañado en tus éxitos y fracasos, que haya creído en tus capacidades. Quédate con esa sensación. Es agradable, ¿verdad? Tu cerebro ha empezado a segregar oxitocina, la hormona que establece el vínculo entre un bebé y su madre. Algunos la han llamado "la hormona del amor" o de la confianza.
Un elevado número de norteamericanos sabe contarte una historia, independientemente de su nivel de conocimiento y preparación. Ayudan muchas cosas, como que el optimismo es la norma y que el sistema educativo está concebido, no tanto para adquirir conocimientos, como confianza.
Quien algo quiere, algo le cuesta. Muchos deportistas se quedan en el camino porque cuando se enfrentan al esfuerzo de la competición se dan cuenta de que nunca han entrenado ese nivel de dureza física y mental. Si al primer contratiempo te retiras, si te da pereza, si dejas para mañana el objetivo de hoy, lo más probable es que también te ocurra en una competición o cuando tu proyecto se ponga cuesta arriba.
Las relaciones sociales pueden ser una fuente de insatisfacción y generar altos niveles de ansiedad y tristeza. Personas que no encajan, que no se sienten queridas, otras con baja autoestima que no consiguen comportarse como les gustaría por miedo a ser rechazados o a perder a quien ahora tienen.
Aunque en el informe PISA los estadounidenses son de los peores, cuando se realizan encuestas relacionadas con la autopercepción de lo que uno sabe los norteamericanos son los que aparecen los primeros del ranking. Para tener espíritu emprendedor uno no necesita haber estudiado latín.