No sé qué tendrá ese patio pero cruzas el portón, pisas el suelo de albero, te sientas en una mesita a la suave luz de unas lámparas hechas con cubos de cinc y bombillas de verbena, y rodeado de bungavilias, dama de noche y el rumor de la fuente, comprendes cuál es ese Sur que todos buscan.