chipre
¿De nuevo al borde del precipicio?
Me temo que los líderes europeos y del FMI han podido empezar una fuga de depósitos que puede tener un efecto incalculable, y no sólo para Chipre sino para el resto de la Unión por el posible efecto contagio. Estuve Bruselas hace unos días y no deja de sorprenderme la pasividad que se observa al hablar con líderes europeos y académicos.
Palabras que resucitan en Semana Santa y otras notas lingüísticas
Parihuela, hachón, simpecado, contraguía, cíngulo... son solo algunas de las muchas palabras que permanecen moribundas o, mejor dicho, agazapadas durante gran parte del año, bajo la lengua general, esperando para resucitar cuando se las necesita.
Cambiar el mal estado de la UE
Las decisiones adoptadas por la UE se toman al paso de los acontecimientos, con una visión cortoplacista que asusta. Eso lo notan la ciudadanía, las instituciones y los mercados, cada cual en los efectos que le implica respectivamente: el desempleo, la bajada de salarios y la precarización de las condiciones laborales; el desgaste; y el beneficio especulativo. La inexistencia de competencias de la UE para hacer frente a la crisis ha abierto la puerta a una deriva en la que el interés comunitario y las instituciones han ido desapareciendo o limitándose a aplicar lo decidido por los Ejecutivos nacionales y, en particular, por el alemán.
Sobre el terreno en Europa
Mientras buscan el modo de solucionar el lío de Chipre, a los funcionarios europeos les vendría bien recordar constantemente una realidad que, sospecho, no es en absoluto exclusiva de España: pese a toda la alegría que se desprende del descenso de los déficits y de la reducción de los diferenciales de crédito soberano, los ciudadanos todavía no observan una mejora notable en su nivel de vida, actual o futuro. Y cuanto más persista dicha situación, más complicado será encontrar el tipo de reformas políticas necesarias para evitar de manera tajante más años de dificultades económicas.