Con la creación del Banco de Asiático de Inversión, y si se avanza en la completa convertibilidad externa del yuan y se dan pasos adicionales para garantizar la libre movilidad de los capitales, China habrá institucionalizado el poder financiero que de hecho viene ejerciendo desde hace años. Todavía está a tiempo la Casa Blanca, ahora que todos los aliados de EEUU, salvo Japón, e incluida España, han decidido suscribir acciones.