No nos roben el futuro
Me llama la atención que, siendo conscientes -o quizás no- de todas las nuevas revoluciones tecnológicas que prometen cambiar el mundo, si no lo han hecho ya, no se oye hablar de ellas ni a los políticos ni a los gobiernos, condenando a sus países, regiones y ciudades a un atraso respecto a los que son capaces de anticiparse al futuro y preparan a sus ciudadanos y territorios,