El portaaviones Almirante Kuznetsov, buque insignia de la armada rusa, encarna los desafíos que enfrenta su poder naval. Un gigante del acero, símbolo de las ambiciones marítimas rusas, pero con problemas, puesto bajo la lupa de expertos.
Carlos León, doctor en arqueología subacuática, reivindica que "su localización, identificación y preservación es una tarea urgente", puesto que estos barcos hundidos en aguas caribeñas esconden verdaderos tesoros en su interior.