austeridad
La cultura del miedo: menos libres, reflexivos y solidarios
Según Fromm, en los sistemas autoritarios, el individuo deja en manos del Estado las tareas de pensar y tomar decisiones con el siguiente propósito: eliminar la incertidumbre. En otras palabras, los individuos cedemos nuestra libertad a causa del miedo.
El austericidio en la universidad pública madrileña
Es tarea urgente acometer una reforma coherente y eficiente de la educación universitaria, como pilar de la nueva sociedad que queremos construir y que se encarna en las figuras de los actuales y futuros estudiantes e investigadores, muchos de los cuales se han visto obligados a abandonar el país.
Una fábula griega sobre moralidad
Lo que se necesita no es tanto reformas estructurales en Grecia y en España sino una reforma estructural del diseño de la eurozona y un replanteamiento fundamental de las directrices políticas que han dado lugar a un pésimo comportamiento de la unión monetaria.
¿Ha enterrado la rebelión griega a la austeridad alemana?
No hay que ser un profeta para predecir que el último capítulo de la crisis del euro dejará las políticas de austeridad de Alemania reducidas a jirones. Grecia ha dado una lección a Europa. La pregunta ahora no es si Merkel lo aceptará, sino cuándo. ¿Estará esperando a la debacle en España?
Varoufakis y la salvaje belleza de la democracia
En la BBC, Varoufakis ni escupió a la Troika, ni se negó a negociar un nuevo rescate, ni se opuso a las privatizaciones emprendidas por el anterior gobierno -sólo a las ventas tipo saldo-, y aseguró que confía en Alemania. "No es una cuestión de a ver quién pestañea antes", insistía el hombre que esta semana ha hecho correr ríos de tinta. El domingo en París, sin corbata, con el cráneo rapado y su look de futbolista, comenzó la gira que también llevará al primer ministro Alexis Tsipras a Roma, París y Bruselas en busca de una nueva hoja de ruta para Grecia... y para Europa.
Haced acopio de papel higiénico... ¡Que viene la izquierda!
Poco antes de las elecciones griegas, un austericida recomendó a sus compatriotas que almacenaran provisiones de papel higiénico porque, según su teoría, Tsipras convertiría Grecia en otra Venezuela. ¿Os suena? Paradójicamente, resulta que cuando Tsipras llegó a la residencia oficial descubrió que sus anteriores habitantes se habían llevado hasta el jabón del baño.
Tsipras: ayúdanos a ayudar a Grecia
Conviene dejar las cosas claras desde el primer momento. Lo que incluye recordar que los contribuyentes europeos (porque de ningún otro sitio sale el dinero en este tipo de operaciones) le han prestado a los griegos 240.000 millones de euros hasta la fecha, incluyendo 21.000 millones procedentes de España. El nuevo Gobierno griego, como el derecho internacional estipula, asume las obligaciones del Estado, incluida la devolución de esa deuda.
¿Todavía no te has indignado sobre Grecia?
Pase lo que pase el día 25, los europeos nos debemos movilizar para encontrar un camino transitable para la democracia griega. Las condiciones de la devolución de la deuda (unos 300.000 millones de euros, 170% de su PIB) deberían ser revisadas. Los griegos merecen una oportunidad.
Mar de Niebla
La destrucción de las capacidades sociales en los barrios es lenta, como lo fue su tejido, fruto de décadas de organización y de vivir en la calle. Un día nos daremos cuenta, pero ya será tarde. Los locales estarán cerrados, ya no habrá más cursos ni talleres, ni juegos, ni esa escucha paciente del dolor ajeno, la escucha que sostiene la esperanza.
Pobreza infantil y desigualdad
Las cifras de pobreza infantil, que no han dejado de aumentar durante los años de crisis, son inaceptables. La lucha contra este problema social debe ser una prioridad para el Gobierno. La dimensión y el alcance de esta lacra hacen necesario un gran pacto con las fuerzas políticas, las administraciones públicas y las organizaciones sociales y de defensa de la infancia.
La tormenta asoma por Grecia
A los griegos hay que explicarles que fuera del euro no hay salida y que el euro no es el culpable de sus males, más bien al revés. Hay que pedirles que comparen los sacrificios actuales con los que arrostrarían si terminan saliendo de la moneda única.