Los médicos enferman y mueren. Todos lo hacen. Muchos no consiguen preparase bien para ese viaje, pese a haber acompañado a muchos en el mismo. Su conocimiento, habilidades, criterio y experiencia no son suficientes.
Parece que son las mujeres del otro lado del Atlántico las que han respondido al globo sonda que lanzaba Gallardón sobre la ley del aborto. El pasado 23 de julio se publicaba un vídeo con el sentir de la mujer americana ante los intentos de restringir su acceso a programas de prevención del cáncer, planificación familiar y aborto.
Existe voluntad de hacer las cosas mejor. Pero esto no es suficiente sin concreción en hechos. Todos deberíamos ayudar a que fuera así, tanto profesionales como ciudadanos. Proponer ideas y señalar aspectos de mejora siempre será más útil que la mera queja. Porque finalmente la valentía y la integridad no es solo exigible al político, todos los demás también estamos invitados.