La derecha radical avanza y se convierte en primera fuerza en Francia (donde ha formado el adelanto electoral), Italia o Austria. Son segundos en Alemania.
La idea lleva tiempo sobre la mesa, porque son la segunda fuerza en intención de voto e Interior alerta del riesgo para la seguridad nacional. Pero una reunión con neonazis para forjar un plan antiinmigración ha devuelto el problema al primer plano.
"En sucesivas declaraciones del partido se observa un concepto étnico del pueblo y se cuestiona el respeto a la dignidad para determinados grupos de población".
La AfD, que ocupa la segunda posición en intención de voto a escala nacional, recibió en los primeros seis meses del año un donativo por 265.000 euros.
Esta vez no ha habido cordón sanitario posible, porque el candidato ultra ha logrado más de un 52 % de los votos en las elecciones locales de Sonnerberg.
El sistema alemán, con su tradición de grandes coaliciones, ha llegado a su límite. Cuando las dos principales fuerzas políticas gobiernan juntas durante años los electores tienen la sensación de que deja de haber un espacio para rebatir las decisiones tomadas por esas grandes coaliciones. Los electores, en una situación excepcional, viran hacia los extremos.