Ibiza intensifica su lucha contra la explotación turística no regulada de viviendas. "La capital tiene que ser una ciudad para vivir", señala el regidor Rafael Triguero.
Estas chicas que pagaron por un AirBnB se encontraron una enorme sorpresa cuando fueron a usar la cama, y es que en realidad no había. Como si de una broma se tratase, los propietarios habían simulado hacer una cama con dos mesas juntas, por lo que no había ni colchón.
La última locura relacionada con los apartamentos de alquiler turística se da en Benalmádena (Málaga), donde han convertido el almacén de un restaurante en un alojamiento. Además, para poder entrar, el inquilino necesita atravesar todo el bar y bajar unas escaleras.
Seis agentes de la unidad de motoristas abandonan la isla, agravando la crisis que atraviesa la Guardia Civil en territorio ibicenco, una situación que sigue sin solución.