¿Presidente, el guaperas secretario general del Movimiento?
Esta pregunta corría de boca en boca por las redacciones de los periódicos. Pero quienes situaron a Suárez en la terna acertaron. Intuían que sería capaz de pulverizar sin alharacas los principios del Movimiento, para colocar a España en la vía de una democracia parlamentaria, todo ello de la mano del rey Juan Carlos. En sus cinco años al frente del Gobierno, de 1976 a 1981, dio la vuelta a España como si fuera un calcetín.