La joya oculta de Galicia: la cascada de 25 metros que aguarda al final de esta ruta
La excursión veraniega perfecta que combina ejercicio, naturaleza y fresquito.
Con el verano en pleno apogeo son muchos los que buscan escapadas refrescantes que ofrezcan un respiro termostático sin renunciar a la aventura. Por ello las zonas montañosas se presentan como un destino ideal para aquellos que buscan pasear entre la naturaleza sin sofocarse en el intento. Entre todos los paraísos salvajes que alberga el país, Galicia es una de las opciones favoritas para muchos por su clima frío y sus muchos tesoros escondidos.
Concretamente, una joya oculta que los amantes de la naturaleza no pueden perderse este verano es la Fervenza de Vieiros, una cascada de 25 metros de altura ubicada en el sureste de la provincia de Lugo. Se encuentra en la frondosa Serra do Courel, un espacio natural lleno de bosques, dehesas, valles fluviales, cuevas y paisajes delimitados por las corrientes de agua. Todo un paraíso natural para huir del sofocante calor y desconectar del bullicio de la ciudad.
Esta cascada es toda una joya oculta ya que para llegar hasta ella se debe completar antes una ruta de senderismo de casi 5 kilómetros entre la ida y la vuelta. Un sendero de dificultad moderada y adecuado para caminantes de todas las edades, aunque es recomendable llevar el calzado adecuado para evitar resbalones en las zonas de agua. A pesar de que el camino no está señalizado en su totalidad, no es difícil seguir el trazado.
El oasis al final del camino
La ruta comienza en la aldea de A Seara, una zona pintoresca que invita a los excursionistas a descubrir sus encantos antes de aventurarse hacia la cascada. Esta pequeña población se encuentra a 1.000 metros de altura sobre el nivel del mar y está rodeada de una exuberante vegetación, por lo que el clima frío típico de las regiones del norte ya se hace notar incluso antes de emprender el camino entre los bosques.
El camino desciende hacia el cauce del río Selmo, desde donde se recomienda caminar en el margen derecho para dejar paso a los excursionistas que regresan de vuelta. El recorrido atraviesa bosques de robles y castaños, así como cruza por pequeños arroyos con unas vistas panorámicas sin igual. Eso sí, a medida que avanzamos el camino se irá estrechando y llegará un punto donde habrá que bajar con precaución una empinada cuesta.
Cuando nos estamos acercando al final, la ruta realiza un pequeño recorrido circular alrededor de la cascada, para contemplar el salto de agua desde distintos puntos. No obstante, si quisiéramos ver esta maravilla más de cerca podemos cruzar a la otra orilla mediante un puente de madera que nos acerca más a nuestro destino. Para volver a la aldea el camino es exactamente el mismo, solo que en sentido contrario.
La Fervenza de Vieiros es el destino perfecto para una excursión veraniega que combina ejercicio, naturaleza y un refrescante clima que permita llevar a cabo esta actividad. Esta cascada promete una experiencia inolvidable tanto por el camino emprendido para llegar hasta ella, como por las impresionantes vistas una vez lo consigues. Una aventura cargada de magia y de la tranquilidad que tanto caracteriza estos bosques.