El pequeño pueblo almeriense que esconde un señor castillo en la arena de su playa vinculada a piratas

De acuerdo con los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en España hay un total de 8.132 municipios repartidos por todo el territorio nacional. De todos ellos, 785 pertenecen a Andalucía, cada uno con su propio encanto y características únicas que sitúan a muchos de ellos entre los más bonitos del país. Sin embargo, hay uno que destaca por tener un misterioso castillo que parece emerger de la arena de la playa.

Estamos hablando de Mojácar, un pueblo costero situado en la provincia de Almería. Se trata de una pequeña ciudad formada por calles estrechas y casas blancas tradicionales de la región andaluza que cada año se consolida como uno de los destinos turísticos más transitados. Esta localidad tiene los mejores miradores de la zona, lugares desde los que se pueden tener vistas privilegiadas al mar y donde las puestas de sol son un auténtico espectáculo.

Mojácar forma parte de la prestigiosa lista de “Los Pueblos Más Bonitos de España” y no es para menos. Su casco antiguo con ciertos tintes árabes fruto de tradiciones pasadas es una parada obligatoria si visitas la localidad. A su vez, los balcones que cuelgan en las calles estrechas y empedradas son todo un atractivo ya que están adornado con múltiples flores de colores, convirtiéndose en casi lo más fotografiado del pueblo. 

Sobre el misterioso castillo

Aparte de por su arquitectura en el interior, este pueblo almeriense destaca por su Castillo de Macenas, una maravilla cuya existencia es conocida por pocos. Esta edificación también se conoce como Torre de Macenas y se encuentra al sur de Mojácar, a poco más de cinco kilómetros de la playa, en la carretera que une esta localidad con Carboneras. La gran particularidad de este castillo es que parece emerger de la arena, aportando un aura de misterio que atrae a numerosos turistas.

Esta fortaleza fue construida en la segunda mitad del siglo XVIII con el objetivo de defender la playa de los ataques piratas, quienes utilizaban esta costa para cargar barcos con mineral, esparto y hojas de palmito. Por ello, el edificio fue diseñado con una capacidad para dos cañones de 24 libras y un amplio almacén donde se solían guardar el polvorín y los repuestos. Con el paso de los años se informó que esta torre quedaría desartillada en 1830.

Posteriormente, allá por el año 1873, se construyó una casa cuartel de Carabineros, y más tarde este castillo fue usado por la Guardia Civil Española como lugar de vigilancia. Ahora, más de un siglo después, este castillo es un Bien de Interés Cultural desde 1993, siendo objeto de fascinación tanto para los locales como para los turistas más aventureros que caminan hasta la zona para conocer más acerca de esta curiosa fortaleza.

El pueblo está lleno de vida durante todo el año, pero es cierto que durante los meses de verano su población se multiplica. La amplia oferta gastronómica, su comercio local y su variedad de calas y playas son algunas de las razones que hacen a Mojácar un destino vacacional tan popular. Además, su enigmático castillo de piratas despierta la imaginación de todo aquel que lo visita y nos transporta a una época de aventuras y misterios en alta mar.