"El 'omotenashi', la hospitalidad japonesa, es algo que casi todos los viajeros destacan cuando viajan a nuestro país"
Hajime Kishi, director de la JNTO —Organización Nacional de Turismo de Japón— en España, nos descubre por qué Japón se ha convertido en uno de los destinos preferidos de los españoles.

Según datos de la JNTO, en 2024, 182.300 españoles viajaron a Japón. El país nipón se ha convertido en uno de nuestros destinos preferidos, sólo por detrás de Estados Unidos cuando decidimos salir de Europa y, tal y como anunció la OCU en junio del pasado año, Japón es el país favorito de los españoles, según una encuesta de esta organización.
Si el año pasado se batió un récord con respecto a 2019, que fue el año que marcó la cifra más alta, con un 40% más de viajeros, "las perspectivas para este año, según lo que me comentan los turoperadores y las agencias de viajes españolas, al menos para el primer semestre, son igual de positivas que en 2024", asegura Hajime Kishi, director de la Organización Nacional de Turismo de Japón en España. "Esperamos que este 2025 las cifras sean igual de buenas y que superemos un poco esa barrera de los 190.000. Ojalá lleguemos a los 200.000, pero eso es aventurarme demasiado y ser demasiado optimista", afirma, alentado además por la celebración de la Exposición Universal 2025 Osaka Kansai y la reanudación del vuelo directo de Iberia entre Madrid y Tokio.
Su historia, sus vanguardistas ciudades, el exotismo de una cultura ancestral, su gastronomía, la inherente buena educación de sus gentes... son algunos de los atractivos que nos llevan a explorar los escenarios de la aclamada Lost in translation, a probar los auténticos dorayaki de Doraemon o a participar en originales eventos de anime.
¿Qué tiene Japón para ser un destino tan atractivo para los españoles?
Es una pregunta que me han formulado muchas veces. Yo creo que Japón es un país que está de moda, no solo por su gastronomía, sino también porque hay muchos aspectos, tanto culturales como de la tradición japonesa, que de alguna manera atraen al viajero español, al público español, a través de esa cultura popular. Es el caso del manga, el anime, la gastronomía, el cine, con series como Shogun que han sido premiadas en diferentes certámenes... En general hay algo de Japón que gusta a muchas personas y que animan a viajar al país y conocerlo de cerca.
Tenemos la percepción que Japón es un país de contrastes, de la modernidad absoluta a la tradición más arraigada. ¿O eso es un cliché?
Efectivamente, es un cliché que también nosotros hemos utilizado a lo largo de estos años, aunque las tendencias van cambiando, pero al final el viajero, o al menos la mayoría de los viajeros, quiere buscar esos contrastes interesantes entre la modernidad de las grandes ciudades y las grandes metrópolis, como Tokio y Osaka, y luego la tradición más arraigada de nuestra religión, el sintoísmo y budismo. Especialmente del sintoísmo que es una religión que procede del animismo, de la creencia de que todos los elementos de la naturaleza son divinidades y hay tradiciones ancestrales que siguen arraigadas a la vida cotidiana.

Yo creo que eso unido al atractivo regional de los paisajes japoneses, que son los lugares que queremos promocionar este año, las islas de Hokkaido, de Setouchi, Kyushu, Okinawa... Además, Japón tiene una larga lista de parques nacionales que se pueden visitar, se puede hacer senderismo, entonces esa faceta de Japón como destino natural y de aventuras es la novedad que queremos mostrar a todos los viajeros.
¿Crees que el viajero español cuando aterriza en Japón está demasiado influido por estereotipos? ¿Conocemos Japón muy superficialmente?
Últimamente, los viajeros que quieren ir a Japón se informan bastante antes del viaje y quien conoce de verdad Japón, no está tan influido por esos estereotipos. Luego están los que han escuchado cosas que quizás les puedan parecer curiosas y descubren en Japón que todo lo que han escuchado o visto, en cierto sentido, es verdad: que es un país seguro, que las calles están limpias, que los servicios y los transportes son puntuales... Esa es la parte positiva porque luego muchos viajeros piensan que los japoneses somos muy serios, muy cuadrados, pero resulta que somos bastante más accesibles y amigables, y ese quizá sea el estereotipo que se les cae, que somos bastante más cercanos y amigables y simpáticos de lo que mucha gente piensa.
¿Sois buenos anfitriones?

Uno de nuestros lemas es el omotenashi, que es la hospitalidad japonesa y creo que es algo que se practica y se puede ver en todos los hoteles, en restaurantes, en los ryokan (hoteles tradicionales japoneses), en los grandes almacenes, donde siempre te reciben y se despiden con una reverencia... Esa hospitalidad japonesa es algo que casi todos los viajeros destacan y valoran cuando viajan a Japón.
Es un destino que, a priori, es caro para los españoles...
Ahora, debido a la fortaleza del euro frente al yen, creo que Japón es un país mucho más asequible, especialmente cuando se llega allí. La comida y las compras son mucho más baratas al cambio de lo que eran hace algunos años.
Te puedo poner un ejemplo: en Japón se puede comer perfectamente un menú del día por 7 o 8 euros y podemos comer un plato de ramen por 4 o 5 euros. Con lo cual, comer en Japón es muy barato. Las compras también, dependiendo de qué tipo de productos, al cambio, son algo más baratos que en España. Lo que suele encarecer un poco es el transporte aéreo, pero una vez en Japón, el coste de vida es mucho más asequible, incluso más barato que en España.
El avión es lo más caro del viaje, aunque debido al incremento de la conectividad aérea y especialmente tras la reanudación del vuelo directo Madrid-Tokio de Iberia desde el pasado 27 de octubre, y la cantidad de vuelos que ahora llegan a Osaka, porque este año se celebra allí la exposición universal, creo que todo eso va a mejorar en los próximos meses.
¿Y el transporte allí? Porque lo interesante es moverse por todo el país...
El coste del tren de alta velocidad es muy similar al AVE español, pero comprando el bono de tren Japan Rail Pass, que es un bono de tren de 7, 14 o 21 días, puede salir mucho más rentable.
¿Cuántos días aconseja como mínimo que hay que estar en Japón para descubrirlo de verdad?
Pues para descubrir Japón, mínimo dos semanas. Cada vez más son más los viajeros españoles que se atreven a viajar dos o tres semanas a Japón. Japón parece un país pequeño y realmente no lo es, y no es solo Tokio y Kioto, hay mucho más que ver, y si queremos conocer Japón en todo su esplendor y conocer a los japoneses y su idiosincrasia, yo creo que entre dos y tres semanas sería lo ideal.
¿Y aconseja llevar un viaje cerrado o es mejor llegar allí y dejarse llevar?
Bueno, dependiendo de las épocas: si vamos en temporada alta, es decir, en los meses de primavera y verano, es mejor llevar el viaje cerrado, vuelo, hoteles y transporte. No obstante, el Japan Race Pass permite cambiar de itinerario, si de repente nos queremos dejar llevar y queremos visitar otro lugar que no teníamos previsto, que también es una manera interesante de recorrer el país, pero al menos los principales hoteles y el vuelo, yo sí recomendaría dejarlo cerrado.
¿Y cuál es la explicación a que se haya convertido en uno de los destinos preferidos para disfrutar de la luna de miel? ¿Japón es un país romántico?
Yo creo que sí, además, las parejas japonesas también son muy románticas, siempre celebran el día de San Valentín y un viaje a Japón como regalo de San Valentín me parece muy romántico también. En Japón hay muchos santuarios y templos que unen parejas, y hay lugares enmusubi, es decir, que tradicionalmente protegen a las parejas que los visitan y las mantienen unidas para siempre.

En fin, hay lugares idílicos como las playas paradisíacas de Okinawa, especialmente la de la isla de Miyako, o Taketomi en el archipiélago de Yaeyama, que son lugares que muchas parejas, tanto japonesas como del resto del mundo, visitan en la luna de miel. En la luna de miel se puede combinar tradición y cultura, y dejar las playas para el final del viaje.
¿Y qué recomendaría para sacar el máximo partido a mi viaje?
Yo recomendaría combinar, en un primera parte del viaje, el Japón más conocido, Tokio, Kyoto, y Osaka, con una escapada a Hiroshima y Miyajima. La segunda parte, coincido completamente con un hotelero de Hiroshima, el dueño del Azumi Setod, un hotel muy bonito, que cree que hay que dejar la segunda parte del viaje para un Japón más tranquilo, más pausado, menos conocido, visitando lugares como la zona de Setouchi, en la prefectura de Okayama, o completando en bici la ruta del Parque Nacional de Shimanami, entre Onomichi e Imabari, que es una de las rutas ciclistas "más increíbles del mundo", según la CNN.

Y luego es muy recomendable recorrer el norte de la isla de Shikoku y hacer parte de la ruta de los 88 templos, adentrándose en la prefectura de Kagawa con santuarios como el de Kotohira o el templo de Zentsuji, cuna del monje Kobodachi Kukai, que llevó a Japón el budismo. Y luego, al volver otra vez a Osaka, acercarse a una isla que está muy demandada últimamente, la isla de Naoshima, la isla del arte, donde está la famosa calabaza del artista japonés Sayayoi Kusama y el museo del arquitecto Tadao Ando.
¿Y qué no podemos dejar de probar en lo que a gastronomía ser refiere?
Pues aparte de sushi, sashimi y tempura, que es el sota, caballo y rey de la gastronomía japonesa para muchos españoles, yo recomendaría, sin duda alguna, probar la gastronomía regional de cada uno de los lugares que se visiten. Ahora que está de moda el ramen en España, hay que saber que hay un ramen en cada ciudad. Es decir, yo por ejemplo he estado en Setouchi, en la ciudad de Onomichi, y su ramen es diferente al ramen que podemos probar en Sapporo o el ramen que podemos probar en Hakodate o el ramen de Fukuoka. Son todos diferentes. Y luego, hay platos regionales en cada zona que deberían probar.

Otra cosa que yo siempre recomiendo es que conozcan la gastronomía japonesa en toda su intensidad y en todo su esplendor. Por una parte, la gastronomía de lujo, porque Tokio es la ciudad con más restaurantes estrella Michelin, y la cocina kaiseki de Kioto —una comida tradicional japonesa que mezcla sensaciones visuales y gustativas para transmitir emociones, estaciones del año o la identidad del lugar—, y luego que se animen a entrar en tabernas y puestos callejeros, y que descubran los yatai —restaurante ambulantes— de Fukuoka, en Kyushu, que son una verdadera institución. Y no olvidar esos rincones que nos recuerdan a películas como Black Rain de Ridley Scott, en las zonas gastronómicas de Tottori y Osaka, o el callejón de los recuerdos, Homoide Yokocho, que está en Shinjuku, uno de los barrios más concurridos de Tokio. Ahí podemos sentarnos en ese callejón que antiguamente era un mercado negro para hacer tapeo al estilo japonés. Y una advertencia, en esos pequeños restaurantes conviene llevar efectivo.