El CSIC pide cambiar la fecha de las vacaciones de verano
Los expertos consideran que, con el cambio, "podrían mitigar" algunos de los impactos asociados a las altas temperaturas.
El pasado 2022, Europa registró "el verano más cálido jamás registrado", aseguran desde Amnistía Internacional. Este no es sólo uno de los "fenómenos meteorológicos extremos más mortales", apuntan desde la organización, es también una de las consecuencias del cambio climático. Algunos de los efectos negativos que se asocian a este fenómeno se "podrían mitigar", según la última investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Una de las iniciativas que plantean desde el CSIC en esta línea es la de cambiar el período de vacaciones. La fecha que propone es la segunda quincena de julio, el momento "más caluroso del año", han señalado en su última publicación, cuyos resultados han publicado en la revista Science of the Total Environment.
Las conclusiones de los expertos señalan que, si más personas se fueran de vacaciones en ese momento del año, se reduciría la actividad industrial y la movilidad laboral. Por lo tanto, "se mitigarían algunos de los impactos asociados a las altas temperaturas".
Para poder llegar a esta conclusión, desde el CSIC han llevado a cabo un análisis del impacto de las temperaturas atendiendo a tres variables:
1. La productividad laboral, "que se ve mermada por la exposición al calor", precisan desde el Consejo.
2. La demanda de electricidad, "directamente relacionada con las altas temperaturas por el consumo de aire acondicionado", señala el CSIC.
3. Los efectos del ozono sobre la salud, "cuyas concentraciones dependen del tráfico, el estancamiento del aire y las altas temperaturas", recoge la publicación de los expertos.
En caso de que se generalizara la planificación de vacaciones en la fecha que señalan los científicos, se podría reducir tanto la demanda de electricidad como la concentración de ozono troposférico (entre el 3% y el 4%). Además, la baja productividad en los puestos de trabajo disminuiría de manera "significativa". (en torno al 25%).
Este cambio también repercutiría en los efectos del cambio climático no lineales en los mismos indicadores, "ya que las diferencias entre las segundas quincenas de julio y agosto se acentúan con el calentamiento global", precisan desde el CSIC. "Esto supone que los beneficios de trasladar las vacaciones al periodo más cálido del año serían aún mayores en el futuro", concluyen.