El abrazo de Rusia y Corea del Norte pone nervioso a China
Estados Unidos y los funcionarios europeos han instado a Pekín a aprovechar su influencia para detener el despliegue de tropas de Piongyang.
Las relaciones entre Corea del Norte y Rusia se han profundizado rápidamente en el transcurso de 2024, el año que acabamos de cerrar. Por primera vez en dos décadas, el presidente ruso, Vladimir Putin, visitó Corea del Norte, lo que culminó en un pacto de defensa mutua. Como resultado de unas relaciones cada vez más estrechas, Corea del Norte ha enviado 10.000 soldados para luchar junto a Rusia contra las fuerzas ucranianas en la región de Kursk.
"Esta alianza ha alarmado a los funcionarios de Washington y Pekín. Percibiendo el malestar de China con la creciente asociación de seguridad entre Rusia y Corea del Norte, el Departamento de Estado de Estados Unidos y los funcionarios europeos han instado a China a aprovechar su influencia para detener el despliegue de tropas de Piongyang", expone Alex Richter, embajador de Carnegie China Young e investigador pasante en el American Enterprise Institute.
Según explica en un análisis publicado por East Asia Forum, El Ministerio de Asuntos Exteriores de China ha permanecido en silencio hasta ahora y es poco probable que la presión diplomática de Estados Unidos sobre China convenza a Corea del Norte de cambiar de rumbo. "En cambio, los esfuerzos diplomáticos de Estados Unidos deberían orientarse a generar un consenso internacional con otros estados para deslegitimar las actividades de Corea del Norte"..
Para China, Corea del Norte es tanto un activo estratégico como una carga. Históricamente, China y Corea del Norte han mantenido una estrecha relación, y en 1961 firmaron un tratado de defensa mutua que sigue vigente. China representa el 90% de todo el comercio con Corea del Norte y es un salvavidas económico para el régimen de Kim. "Pero China también considera el programa nuclear de Corea del Norte como una fuerza desestabilizadora y ha apoyado varios esfuerzos para desnuclearizar la península de Corea", aclara el especialista.
La asociación de seguridad entre Rusia y Corea del Norte exacerba las inseguridades de China. Como Pekín se ve obligado a compartir la influencia sobre Piongyang con Moscú, Corea del Norte tiene más margen para mejorar sus capacidades nucleares con Rusia como un benefactor alternativo de la seguridad y el comercio. El despliegue de tropas de Corea del Norte también atraerá una atención no deseada de Estados Unidos y Europa, un resultado que "China busca evitar".
A pesar de estas frustraciones, "Pekín valora mucho sus relaciones con Rusia y Corea del Norte". China ha sido fundamental para apuntalar la base industrial de defensa de Rusia y suavizar el impacto de las sanciones económicas al exportar materiales de doble uso por valor de 300 millones de dólares necesarios para la producción de armas de Rusia.
Aunque China se ha abstenido de suministrar ayuda letal directamente a Rusia para evitar desencadenar sanciones secundarias occidentales, no quiere ver a Rusia derrotada, ya que sigue siendo un elemento de disuasión estratégico y un socio contra la coerción estadounidense. Sin duda, funcionará a favor de Pekín si los soldados norcoreanos fortalecen la capacidad de Rusia sin costarle dinero a China y arriesgarse a repercusiones económicas externas.
Históricamente, la presión económica y diplomática de China se ha orientado principalmente hacia el programa nuclear de Corea del Norte, pero se negó a condenar a Corea del Norte por bombardear la isla de Yeonpyeong, que mató a cuatro surcoreanos, o por lanzar un torpedo contra un buque de guerra surcoreano que mató a 46. Esto sugiere que es poco probable que China condene a Corea del Norte por la acción mucho menos desestabilizadora de enviar fuerzas terrestres a la región rusa de Kursk.
La falta de acción de China hasta ahora indica que los despliegues de tropas de Corea del Norte y su compromiso con las fuerzas ucranianas no ponen en peligro la “seguridad estratégica y los intereses fundamentales” de China. Es casi seguro que China no comparte la opinión de Estados Unidos de que el apoyo de Corea del Norte es “una peligrosa expansión del conflicto, con graves consecuencias para la seguridad europea y del Indopacífico”.
"En lugar de ejercer presión diplomática unilateralmente, Estados Unidos debería aprovechar esta oportunidad para dar forma a las normas promoviendo la soberanía territorial y deslegitimando la asistencia militar de Corea del Norte a Rusia", escribe Richter.
Las relaciones entre Estados Unidos y China están cada vez más dominadas por una mentalidad de política de poder en la que China ve a Estados Unidos como un país empeñado en mantener la hegemonía, lo que resulta en desilusión con la diplomacia de buena fe. La creación de una amplia coalición de estados para condenar el despliegue de tropas de Corea del Norte puede indicar a Pekín que el objetivo de retirar las tropas norcoreanas refleja las preocupaciones genuinas de la comunidad internacional, en lugar de una estrategia de Washington para promover los intereses estadounidenses en Europa o el Indopacífico.
Parte de la estrategia de China para dar forma al orden global es presentarse como líder y defensor del Sur Global. Como gran parte de la comunidad internacional se opone a la invasión rusa de Ucrania, Estados Unidos tiene la oportunidad de generar apoyo entre el Sur Global y cooptar los intentos de China de ejercer el liderazgo.
Pero muchos países del Sur Global dependen económicamente de Rusia y es poco probable que sean receptivos a los avances estadounidenses en la condena del despliegue de tropas de Corea del Norte en Rusia. Algunos estados, como la nueva junta militar de Níger, reciben apoyo militar directo de Moscú. Otros dependen económicamente de Rusia y prefieren equilibrar las relaciones, como India, que ha expresado su descontento pero no ha condenado explícitamente la invasión rusa.
"Estados Unidos debería identificar a los países en el Sur Global no es susceptible a la coerción rusa. Podría colaborar con países del sudeste asiático como Filipinas, Singapur y Malasia para coordinar declaraciones multilaterales que condenen el despliegue de fuerzas de Corea del Norte", ahonfa.
Los estados del sudeste asiático han criticado a Estados Unidos por obligarlos a “elegir bando” en la rivalidad entre Estados Unidos y China. Pero si bien elegir bando en el contexto de Estados Unidos y China podría significar perder inversiones chinas, "Rusia no posee esta influencia en el sudeste asiático".
"La diplomacia por sí sola no garantizará que Ucrania pueda poner fin a la guerra en condiciones favorables o impedir que Corea del Norte envíe tropas a Rusia. Sin embargo, un esfuerzo diplomático concertado para generar un consenso internacional que condene a Corea del Norte es esencial para crear condiciones políticas favorables para apoyar a Ucrania y disuadir a otros estados de respaldar a Rusia", concluye.