Un empleado de una tienda 24 horas revela lo que compró la princesa Leonor al terminar su noche de fiesta
La mayoría lo hemos hecho alguna vez.
La llegada de la princesa Leonor a la localidad pontevedresa de Marín donde la heredera al trono cursa su formación militar en el flanco marítimo, sus estudios en la Escuela Naval, ha levantado todo tipo de expectación en una villa gallega tranquila donde ahora la joven se prepara como un día hizo su padre.
En ese marco, y al igual que el resto de jóvenes en formación, Leonor ha disfrutado de su primer fin de semana en Marín en el que tuvo una salida nocturna con sus compañeros y compañeras. Así lo recoge la Cadena COPE en una información en la que también se hace eco de una curiosidad sobre aquella velada que continuó en la capital provincial, la ciudad de Pontevedra.
Se trata de la clásica parada que se acostumbra a realizar antes de volver a casa, en este caso la escuela naval, en el conocido como una tienda 24 horas. Es habitual que en este tipo de establecimientos se congreguen personas que quieren comer algo antes de ir a descansar. Y este fin de semana, la futura monarca española fue una de ellas. Y sí, se pidió lo mismo que cualquiera en condiciones similares suele pedirse.
Tapeo en Marín, pub en Pontevedra y... el 24 horas
Recoge la citada información, que Leonor primero estuvo en Tapería D'Elvi, habitual entre los guardamarinas, para después pasarse por otros dos locales La Farola y el Mask. Eso en Marín durante la tarde-noche, después, ataviada con un top blanco y vaqueros, se pasó por un conocido bar pontevedrés: La Botica. Terminó la noche a las 5 de la madrugada en el pub Moncloa. Y de ahí, pausa para el 24 horas antes de arrancar.
¿Qué pidió Leonor de Borbón en la tienda? La COPE ha hablado con el trabajador que le atendió, Miguel, quien recuerda cómo primero entraron los escoltas de la princesa a realizar la revisión de seguridad del local y, de paso, preguntar si se podía pagar con tarjeta. Miguel dijo que sí y después entró Leonor con sus compañeros. Se compraron los clásicos paninis o panpizzas -lo que le echarías a una pizza pero en un barra de pan-.
Y, evidentemente, como hace todo el mundo, Leonor y sus amigos se lo comieron delante del local. Eso sí, tanto los escoltas como sus compañeros de promoción, tuvieron que hacer una barrera para evitar miradas y fotografías indiscretas de los viandantes que, lógicamente, no todos los días se encuentran a la futura jefa de Estado en la calle.