"Se acabó", o cómo 2023 ha sido un punto de inflexión para el fútbol femenino
La exfutbolista Natalia Pablos y la periodista Marta Griñán hablan de cómo este año ha supuesto un antes y un después para este deporte.
Llegar a competir en Sídney una final de Mundial ya era un hito. Pero el gol de Olga Carmona en el minuto 28 logró no sólo coronar el escudo de la Selección Española de Fútbol con una estrella, también poner el foco sobre el fútbol femenino español. La cita fue vista, según DAZN, por 8.858.000 espectadores en algún momento. Y son varias las voces expertas en esta materia que coinciden en que 2023 ha supuesto un punto de inflexión en la historia de este deporte. En concreto, en la categoría femenina.
"Es cierto que en cada Mundial que se disputa se supera un poco al anterior y que siempre estamos hablando de un hito", apunta la periodista especializada en fútbol femenino Marta Griñán, de Diario AS, en conversación con El HuffPost. "Pero, por trascendencia social, quizás sí que este supone de verdad un poco un antes y un después", añade. La diferencia principal que encuentra frente al resto de campeonatos es que, en esta ocasión, "las jugadoras han alzado la voz fuera del campo". "Y creo que, por primera vez en mucho tiempo, se las ha escuchado en la mayoría de federaciones del mundo", detalla la periodista.
Por su parte, la exfutbolista Natalia Pablos, internacional con el combinado en el Mundial de Canadá 2015, opina similar. "A nivel deportivo, sin duda", asegura a este periódico. "Sí que creo que, a nivel de organización, de estructura y demás lleva habiendo unos años una progresión hacia arriba. Pero, sin duda, en lo deportivo este ha sido el punto de inflexión", prosigue. Sin embargo, "el fútbol femenino siempre ha tenido como que ir saltando piedras", añade.
"Siempre es como una lucha continua de las jugadoras con los diferentes organismos que nunca nos han dejado tener un momento de relax", continúa explicando Pablos. "Incluso en los mejores momentos, siempre ha habido una piedra. Acaban de ganar un Mundial, se encuentran una piedra", prosigue. Y concluye: "Es verdad que están allanando el camino, pero es como '¿cuándo va a venir la siguiente piedra?".
La victoria en Sídney vino seguida de una crisis en el seno del fútbol femenino español. El beso no consentido que el entonces presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, dio a la jugadora Jenni Hermoso, junto a otras conductas, hizo que la plantilla se uniera para pedir una serie de cambios. Y, junto a ellas, futbolistas retiradas, de otras federaciones y hasta personas de otras profesiones.
"Creo que lo que hizo Rubiales fue un poco demostrarle al mundo que no nos trataban como mujeres futbolistas; sino que nos trataban, inconscientemente, como las chicas", apunta Natalia Pablos. La ex del Rayo Vallecano cree que al entonces presidente de la RFEF "en ningún otro contexto se le hubiera ocurrido coger al hombro, como hizo con Athenea, a cualquier jugador masculino".
"Por mucha euforia, mucho Mundial que se hubiera ganado", añade Pablos, en referencia a la justificación que dio Rubiales para su forma de actuar. "Y ya no voy a lo de Jenni", prosigue. De hecho, al ser preguntada por las consecuencias del caso Rubiales, la exfutbolista es rotunda: "Yo creo que, a nivel federativo, ha sido una bendición". Y continúa: "Creo que tanto Rubiales como [Ángel María] Villar, que son los dos presidentes federativos que yo he vivido, no han hecho ninguno nada por el fútbol femenino".
"Es verdad que Rubiales parece que sí, pero han sido las propias jugadoras, con sus éxitos deportivos, con su profesionalidad y su propia exigencia, las que han ido demandado cosas", opina Pablos.
"Se acabó"
Tras lo sucedido en el Stadium Australia de Sídney, la esperada dimisión de Rubiales no llegó. El directivo dio una rueda de prensa en la que confirmaba que no abandonaría su puesto. Las reacciones no tardaron en llegar. Lideradas por la centrocampista del F.C. Barcelona e internacional con la Selección, Alexia Putellas, las futbolistas del combinado nacional mostraron su apoyo a Hermoso y dijeron 'se acabó'.
A ellas se unieron jugadoras de distintas federaciones, como la estadounidense Alex Morgan o la delantera del Arsenal, Beth Mead. También algunas de las históricas de la Roja, como Priscila Borja o Natalia Pablos, que reconoce que encontró esta cadena de reacciones "increíble". "Es la primera vez que se unen todas nuestras jugadoras a lo mismo: a luchar por un objetivo común, a decir 'basta', a que muchas futbolistas que no habían hablado de abusos de poder, abusos o violencia verbal en entrenamientos y demás, se animen a hablar", explica la periodista Marta Griñán.
"Es la unión más grande que yo he vivido en el fútbol femenino nunca", lo define Pablos. La exfutbolista, además, opina que "dieron un golpe encima de la mesa las jugadoras que lo tenían que dar". Y lo dieron "independientemente de contra quién luchaban", recuerda. En este sentido, insiste en que las personas que tenían delante sus compañeras de profesión "son gente con mucho poder, con mucha repercusión".
"No olvidemos que Rubiales era presidente de la Federación Española de Fútbol y vicepresidente de la UEFA, que son los organismos más importantes del fútbol", destaca Natalia. "Creo que se perdieron los miedos, que era importante", sostiene.
No es sólo fútbol
Otra de las repercusiones que ha tenido esta oleada de 'se acabós' es que "se ha generado un movimiento a nivel internacional potentísimo" detalla Griñán, que lo define, además, como "imparable". "Que ahora se denuncie un caso de abusos sexuales y de poder en México y que las jugadoras de la liga mexicana hablen y digan 'basta' y 'se acabó', tiene un poco de su germen en lo que vivimos nosotros en España con Jenni Hermoso", apunta la periodista.
Pero el fútbol no es sólo fútbol. Sus valores trascienden y repercuten en la sociedad. Así ha ocurrido este 2023 con los pasos hacia delante que se han dado en materia femenina. "Estamos dejando un legado que va más allá de los terrenos de juego", apuntó la jugadora del F.C. Barcelona Aitana Bonmatí tras recoger el Balón de Oro, en declaraciones recogidas por El País. Y su lucha no sólo traspasó las fronteras nacionales, "pasó a ser un problema social".
Así lo sostiene la exfutbolista internacional Natalia Pablos. El problema en cuestión al que se refiere es "dónde está el papel de la mujer en la sociedad y en el mundo". En este sentido, Griñán opina que, con todo lo ocurrido, "las futbolistas han conseguido empezar a limpiar, si es que se le puede decir así, un poquito la Federación de machismo y les servirá para que las valoren más".
La visibilidad, un factor "crucial"
Otra de las jugadoras de la Selección, y también del Barça, Mariona Caldentey indicaba a Cosmopolitan que "la visibilidad es crucial" para paliar la desigualdad entre el fútbol femenino y el masculino. "Es imposible que la gente nos pueda seguir o gustarles si no nos conocen, si no pueden ver lo que hacemos", apuntaba. En este sentido, Marta Griñán opina que esto también ha cambiado. La periodista ha indicado que las competiciones femeninas ya gozan de una mayor visibilidad por televisión. "Antes no se emitían los partidos de Primera División, o casi ninguno", ha detallado. "Ha habido temporadas en las que el Barça - Atlético de Madrid, que era el Clasicazo, no se ha visto por televisión".
"Yo viví los medios de comunicación de una forma muy intermitente en mi época", explica, por su parte, Pablos. Natalia se retiró profesionalmente del fútbol en 2018. Los hubo, luego ya no había audiencia, los quitaron... Primero se emitían cuatro partidos, luego ninguno, luego intentaron emitir todos y, luego, nada", recuerda.
Pero, ahora, la periodista cree que "ha aumentado el interés" por la competición femenina. "Esta temporada 23-24, por ejemplo, en Valdebebas, que es lo que yo tengo más cerca, al Di Stéfano el año pasado venían unas 1.000 personas de media y este año son 2.000", estima Griñán. Y, aunque reconoce que sigue siendo "una asistencia pobre; esos 1.000 que se ganan, se valoran", añade. "O que el Johan Cruyff esté siempre con 4.000 o 5.000 personas y que el Barça siga llenando Montjuic vendiendo entradas ahí se ve que sí, que el interés ha aumentado", explica la periodista.
"Pero el interés es como la pescadilla que se muerde la cola: si no lo generas, tampoco crece por sí solo", concluye la experta en fútbol femenino. "Creo que ahora sí que los medios han hecho un trabajo. Es verdad que las polémicas y los conflictos, quizás, hayan ayudado bastante a que se genere ese interés", continúa. Y concluye: "Pero si se han conocido a las 15 jugadoras de la Selección española por un conflicto fuera del terreno de juego y después esa gente que se ha interesado, las ha visto jugar y han visto que son buenísimas futbolistas, pues oye, ha servido para algo".
¿Es posible volver atrás?
Algunas de las conquistas que se han logrado para las futbolistas más recientes son la profesionalización de la liga femenina, las dietas de la Selección Española y las medidas de conciliación. "Es muy difícil volver para atrás", apunta Marta Griñán, "pero creo que tampoco hay que creérselo mucho". Lo ejemplifica con el caso del Levante, que va a recortar el presupuesto para su sección femenina en la próxima temporada.
Así lo explicó el consejero delegado del club José Danvila, en declaraciones recogidas por El País. "El femenino vamos a sostenerlo en la medida que podamos y con la estructura que podamos. Hoy la prioridad es la supervivencia del club y subir a primera división", indicaba Danvila. "Es un proyecto pionero en España", precisa Griñán, "que ahora mismo es el único que es capaz de competir al Barcelona o que ha ganado al Real Madrid y que opta por esa segunda plaza en nuestra liga", prosigue la periodista.
"Entonces, ¿es muy difícil volver para atrás? Sí, pero hay que estar alerta", concluye Griñán. "también porque hemos tenido una coyuntura social, yo creo, que muy favorable a que esto se desarrollara, pero hay que ver hacia dónde vamos políticamente y socialmente", apostilla.
"Es verdad que ahora estamos en un momento muy bueno como para que ocurra eso", opina Natalia Pablos, sobre esa hipotética vuelta atrás. "Ahora el empujón ha sido muy fuerte, muy alto y me cuesta pensar que se van a perder derechos adquiridos, pero yo no lo descarto tampoco", apostilla la exdeportista.
Del terreno de juego a las canchas
Independientemente de lo que pueda pasar en los próximos años, el ejemplo de las futbolistas ha trascendido. Y el interés no sólo ha aumentado a la hora de ver el fútbol femenino. También por jugarlo. Ahora, Natalia Pablos se dedica a la Educación, es maestra y este año ha organizado una liga mixta en el recreo. En ella participan estudiantes de entre tercero y sexto curso.
"Y tengo alrededor de 40 o 50 niñas jugando", cuenta la exfutbolista. "A su nivel, hay algunas que no saben absolutamente nada, pero cogen su peto, se van con su equipo, celebran los goles y juegan al fútbol", prosigue. "Aunque no sepan, que disfruten y pasen un buen rato. Para mí, lo importante no es el nivel, sino que tengan un momento donde para ellas el fútbol sea atractivo. Y no sólo el fútbol, el deporte", concluye.
Pero no sólo las niñas. Las chicas adultas también se están animando a probar. Así lo cuenta la CEO de Fulanita de Tal, Lourdes López. Esta institución, que cuenta tanto con una liga como con una escuela de fútbol femenino amateur, está recibiendo multitud de chicas que se han empezado a interesar por el juego. El tipo de perfil de chica que llega es mayor de 20 años y "que no han tocado nunca un balón".
Y, en cantidad, "no se puede comprar este año con ningún otro que pueda venir, estoy completamente convencida", detalla a este periódico López. "No va a haber otro año como este de boom del fútbol", apostilla.