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Tres trucos de una técnica en nutrición para reducir los ultraprocesados pese al estrés diario

Tres trucos de una técnica en nutrición para reducir los ultraprocesados pese al estrés diario

Estas claves ayudan a reducir su consumo sin sentir que estamos haciendo un esfuerzo titánico.

Alimentos ultraprocesados.MAKI / Getty Images

En la vorágine del día a día, el estrés nos lleva a buscar soluciones rápidas, y los alimentos ultraprocesados parecen la opción perfecta: accesibles, sabrosos y listos para consumir. Sin embargo, este hábito puede perjudicar nuestra salud a largo plazo, recalca la técnica en Nutrición y Dietética Ana Luzón. La cuestión es cómo podemos reducir su consumo sin sentir que estamos haciendo un esfuerzo titánico. 

Así que esta nutricionista nos revela tres trucos prácticos y sostenibles, "basados en el enfoque de la nutrición intuitiva y la planificación flexible", explica. "El primero consiste en  construir tu 'fondo de armario alimentario'", propone esta experta. "Tener una despensa organizada y llena de alimentos básicos te ayudará a evitar la tentación de recurrir a ultraprocesados". 

Y, a continuación, explica la manera de hacerlo. "Llena tu cocina con proteínas como huevos, legumbres, conservas de pescado o tofu. Incluye carbohidratos como arroz integral, pasta, pan de calidad o patatas. Además, no olvides grasas saludables como frutos secos, aguacates o aceite de oliva y ten siempre verduras congeladas o en conserva para ahorrar tiempo", señala esta técnica en dietética. Cuando llegues a casa cansado, estos alimentos "te permitirán improvisar comidas rápidas y saludables con el mínimo esfuerzo", añade Luzón. 

Su segundo consejo es que practiquemos una “preparación estratégica, ya que el estrés no se elimina, pero puedes planificar para anticiparte a esos momentos críticos". Y, ¿qué significa esto? "Dedica entre una y dos horas horas a la semana a preparar alimentos básicos como arroz, quinoa o verduras asadas", responde la nutricionista. "Cocina porciones extra cuando tengas tiempo y congélalas en raciones individuales. Corta fruta fresca para tener snacks saludables siempre disponibles. Y, así, cuando el estrés aparezca, tendrás opciones rápidas sin necesidad de recurrir a productos ultraprocesados", aconseja esta experta. 

Y, como tercer truco, Ana Luzón propone que "aprendas a identificar tus desencadenantes emocionales".  "El estrés suele llevarnos a buscar consuelo en alimentos ultraprocesados debido a su alta palatabilidad, es decir, a lo grato que le resultan estos alimento a nuestro paladar. Sin embargo, reconocer qué provoca ese deseo es el primer paso para romper el ciclo", explica.  La forma de hacerlo es siguiendo una serie de pautas, que esta especialista nos cuenta a continuación. "Antes de abrir una bolsa de snacks, pregúntate: ¿tengo hambre física o estoy buscando aliviar emociones? Si es hambre emocional, intenta opciones alternativas como salir a caminar cinco minutos o hacer una breve pausa de respiración consciente", propone la nutricionista.

Ahora bien, advierte, "si decides comer, hazlo sin culpa y con plena consciencia, después analiza qué podrías hacer diferente la próxima vez". "Porque reducir el consumo de ultraprocesados no significa eliminarlos por completo, sino aprender a priorizar alimentos reales sin perder la flexibilidad", resalta también. 

Así que, en conclusión, "con un buen fondo de armario alimentario, una preparación estratégica y un enfoque consciente de tus emociones, podrás transformar tus hábitos incluso en los días más estresantes". "La clave", recuerda la nutricionista, "no está en la perfección, sino en la constancia".