Aspira al Nobel de Medicina y acaba de dar la clave de la longevidad: "Lo podemos controlar y viviremos más tiempo"
El biólogo molecular Michael N. Hall se ha dedicado a investigar dos proteínas que controla el crecimiento celular.
Cada año, el biólogo molecular Michael N. Hall resuena como uno de los nombres candidatos al Premio Nobel de Medicina. El experto ha sido galardonado con el premio Balzan por sus estudios sobre los mecanismos biológicos del crecimiento celular.
Entre sus hallazgos está una de las posibles claves de controlar la longevidad. Su descubrimiento, en el que está centrado desde los años 90, es el de dos proteínas de la rapamicina que juegan un papel crucial en la regulación del crecimiento celular, y a las que bautizó como Target of Rapamycin 1 y 2, más conocidas por sus abreviaturas TOR1 y TOR2.
Estas proteínas están muy relacionadas con el crecimiento celular y sus investigaciones se han centrado en cómo puede influir esto en el cáncer o en el envejecimiento, provocando un cambio de paradigma en la situación actual.
"El envejecimiento es un complicado proceso metabólico. Pero el proceso de envejecimiento es algo que podemos controlar. Sabemos, por ejemplo, que si inhibimos los niveles de TOR se vive más tiempo. Hemos hecho experimentos en ratones, en moscas, en levadura y siempre hemos obtenido como resultado que esos seres vivían más", señala Hall en una entrevista en El Confidencial.
Para llegar a limitar estas proteínas, Hall recuerda que se puede hacer en el médico o gerontólogo, al menos en EEUU, "consiguiendo que le recete inhibidores de las proteínas TOR". "Se trata de medicinas que están a la venta y que se emplean fundamentalmente para tratar el cáncer", añade aunque admite que "no los tomaría" para combatir el envejecimiento y optaría por un estilo de vida saludable.
"Con los fármacos siempre hay un riesgo. Yo lo que hago es que como bien, no fumo, me gusta el vino pero lo bebo con mesura. Eso es suficiente. Comer con moderación es muy importante, porque son los nutrientes los que activan los TOR. Comer poco retrasa el envejecimiento", detalla y recuerda que "la restricción de alimentos reduce la actividad de TOR, lo que desemboca en unos cambios metabólicos".